La DGT desata la polémica en Madrid: instala las únicas cámaras de toda España que multan por pisar una línea continua (y sabemos dónde están)
Cuatro kilómetros concretos de cuatro vías, son las que tienen estas cámaras
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A muchos conductores que circulan por las carreteras de Madrid habitualmente, puede que les ha sorprendido durante las últimas semanas, la aparición de un nuevo tipo de vigilancia en varios accesos a las principales autovías. No se trata de radares de velocidad ni de dispositivos experimentales, sino de cámaras específicas para detectar si un vehículo pisa o invade la línea continua durante la incorporación. Por el momento Madrid es la única comunidad donde funcionan oficialmente estos sistemas, lo que ha generado cierta inquietud entre quienes utilizan a diario estas vías.
La medida llega en un momento en el que la Dirección General de Tráfico está reforzando el control en carretera con distintos frentes. Este año se han instalado 122 nuevos radares fijos o de tramo, centrados en vigilar los excesos de velocidad, y ahora se suma este otro método que vigila una maniobra tan cotidiana como la entrada a una autovía. Muchos conductores reconocen que, aunque saben que no deben pisar la línea continua, desconocían que pudiera existir un sistema específico que sirviera o estuviera diseñado, para sancionar este comportamiento. El debate, en realidad, no solo está en la multa, sino en el hecho de que estas cuatro cámaras sean las únicas en toda España. Por el momento, su despliegue se limita a Madrid, pero su funcionamiento abre la puerta a una herramienta que podría extenderse en el futuro a otras comunidades. Conviene, por tanto, saber dónde están, cómo operan y qué multas llevan asociadas, sobre todo para evitar sorpresas innecesarias.
Dónde están las cámaras que multan por pisar la línea continua
La Comunidad de Madrid concentra las cuatro cámaras de la DGT destinadas exclusivamente a sancionar la invasión de líneas continuas en incorporaciones. Su ubicación no es aleatoria: todas están instaladas en vías de entrada muy transitadas y en sentido decreciente, en puntos donde la maniobra de incorporación suele generar conflictos de tráfico. Estos son los tramos exactos:
- A-1, kilómetro 15,9, a la altura de Alcobendas.
- A-2, kilómetro 11,8, en las inmediaciones del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
- A-42, kilómetro 16,9, tras superar el municipio de Getafe.
- A-6, kilómetro 20,2, muy cerca de Las Rozas.
No existe, de momento, ninguna cámara similar fuera de la Comunidad de Madrid, lo que convierte a estos cuatro puntos en los únicos controles activos dedicados a esta infracción concreta.
Cómo funcionan las cámaras que detectan la invasión de la línea continua
Aunque a simple vista puedan parecer cámaras de tráfico convencionales, su función es mucho más específica. Estas instalaciones se apoyan en un sistema de videovigilancia con lectura automática de matrículas que permite reconstruir el momento exacto de la incorporación. El procedimiento, según explica la propia DGT, combina dos cámaras situadas en puntos estratégicos.
La primera se coloca justo al inicio del carril de acceso para registrar la matrícula y el punto en el que se inicia la maniobra. La segunda se sitúa unos metros más adelante, enfocando la zona donde finaliza la línea continua. Entre ambas imágenes se determina si el conductor ha esperado a que termine la señalización horizontal o si, por el contrario, ha invadido la línea antes de tiempo.
El sistema recopila automáticamente estas secuencias, lo que permite comprobar, sin margen para la duda, cuándo la incorporación se ha realizado de forma incorrecta. Desde la DGT insisten en que se trata de un método especialmente útil en tramos conflictivos, donde las prisas o la presión del tráfico pueden llevar al conductor a forzar la entrada antes de que esté permitido. El objetivo final, según argumentan, es reducir siniestros y mejorar la convivencia en estas zonas.
La multa por pisar la línea continua y lo que implica para el conductor
La sanción por invadir una línea continua en una incorporación está fijada en 200 euros. Es importante subrayar que este tipo de infracción no conlleva pérdida de puntos, de acuerdo con el artículo 167 del Reglamento General de Conducción. Se trata, por tanto, de una multa económica, aunque no por ello deja de ser una sanción relevante para quienes circulan habitualmente por estas autovías.
La DGT recuerda que la línea continua no es una sugerencia, sino una señalización obligatoria que marca cuándo es seguro incorporarse. Si la cámara detecta que el vehículo ha entrado antes de tiempo, la sanción se tramita igual que cualquier otra infracción captada por medios automatizados. El conductor recibe la notificación correspondiente y, como ocurre con el resto de multas, puede acogerse al descuento del 50 por ciento por pronto pago.
En paralelo al despliegue de estas cámaras, la DGT ha reforzado la vigilancia con la instalación de 122 nuevos radares fijos o de tramo repartidos por todo el país. El mensaje que lanza Tráfico es claro: tanto la velocidad como el respeto a la señalización horizontal son puntos clave para reducir la siniestralidad. Y, en ese marco, las incorporaciones se consideran uno de los entornos más sensibles.