Mural de Ciudad Lineal

Una amiga de Otegi y una guerrillera zapatista: quién es quién en el polémico mural de Madrid

Una amiga de Otegi y una guerrillera zapatista: quién es quién en el polémico mural de Madrid
Mural de la polémica en Ciudad Lineal.

Un mural en el distrito madrileño de Ciudad Lineal se ha convertido en un tema de debate nacional. ¿Quién es quién en esa pintura aparentemente inocente? En realidad, son mujeres de izquierda radical que no representan ni mucho menos a todo el colectivo feminista diverso y plural, ni menos aún al conjunto de la mujeres madrileñas.

Los partidos de izquierda como PSOE, Podemos y Más Madrid han acudido a las proximidades del mural para defender su permanencia. Tras eso, primero, en el Pleno del distrito PP y Cs, a propuesta de Vox, votaron a favor de su retirada. Posteriormente, tras el revuelo mediático, en el Palacio de Cibeles se volvió a votar y, en este caso, los naranjas inclinaron la balanza hacia la izquierda.

Rosa Arauzo, candidata de Podemos en 2015.

Rosa Arauzo

En primer lugar, sorprende sobremanera la inclusión en el mural de una candidata de Podemos, lo que denota la vinculación partidista. Hablamos de Rosa Arauzo, política, activista por el feminismo y por los derechos LGTBI. En 2015 estuvo en la candidatura de Pablo Iglesias en las elecciones generales. En particular, ocupaba el segundo puesto de la papeleta morada al Senado en Madrid.

La Comandante Ramona.

La Comandante Ramona

Saltamos de España a América Latina. En el mural figura la imagen de la Comandante Ramona. Se trata de una guerrillera y comandante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en México. Fue “lo más beligerante, lo más agresivo, lo más intransigente y la mayor señal de guerra del EZLN”, según afirmó el subcomandante Marcos, ​​​el principal ideólogo, portavoz y militar de este grupo armado indigenista mexicano.

Arnaldo Otegi junto a Angela Davis.
Arnaldo Otegi junto a Angela Davis.

Angela Davis

Encontramos igualmente a Angela Davis, filósofa, política marxista y activista antirracista. Se trata de una figura muy conocida en Estados Unidos por sus protestas raciales el siglo pasado. Fue activa militante del Partido Comunista de Estados Unidos formando parte de su Comité Central. Estuvo involucrada en un caso de asesinato y secuestro en 1972. Fue una intensa defensora de Arnaldo Otegi, con quien trató de reunirse en la cárcel, aunque se lo impidieron. Posteriormente sí mantuvieron un encuentro en Barcelona.

De izquierda a derecha: Emma Goldman, Kanno Sugako y Lucía Sánchez Saornil.

Del mismo modo, en el mural de Ciudad Lineal está Emma Goldman, activista anarquista rusa de origen judío. Estuvo volcada en la difusión de propaganda comunista y en impulsar protestas y huelgas. Destaca su implicación en el intento de asesinato del empresario Henry Clay Frick. Se la considera una figura clave del anarco comunismo americano.

También llama la atención la presencia de Lucía Sánchez Saornil; poeta, militante anarcosindicalista, afiliada a la CNT, fundadora de la organización anarquista “Mujeres Libres” y secretaria general de la sección española de Solidaridad Internacional Antifascista.

A su lado igualmente aparece Kanno Sugako, periodista anarco-feminista japonesa. Fue acusada de traición por su presunta participación en la trama para matar al emperador Meiji. Fue detenida y ejecutada.

«Es un mural marxista»

Esta relación de nombres la ha hecho pública el comunicador Fernando Marco en Twitter, muy crítico con la extrema izquierda. «Estos son sencillos ejemplos de lo que han intentado vender como un mural sobre el feminismo y la igualdad y, por supuesto, cualquier parecido con un mural marxista o anarquista es mera coincidencia. Ahora saquen sus propias conclusiones», ha comentado tirando de fina ironía.

Del mismo modo, señala que «habrá muchas personas de buena fe a las que la maquinaria propagandística de la izquierda les habrá confundido en este tema». Sostiene que Podemos, PSOE y otras formaciones de ese ámbito tratan de «hacer pensar que se trata de una pintura en pro de la igualdad de la mujer sin más trasfondo».

Esta posición impulsada, dice, por «todo el espectro político de la izquierda y los medios progresistas» se reduce «al ataque de un partido de ‘ultraderecha’ contra las mujeres, la igualdad, la democracia y el orden universal», en referencia a Vox, grupo municipal que impulsó la retirada del mural.

Según este enfoque, dice, «el muro no sería nada más allá de una selección de 15 retratos de mujeres destacadas por su defensa del feminismo y la igualdad». «Todo ello, sin intención política y lejos de cualquier carácter ideológico o adoctrinador, como no se cansan de repetir», afea.

Posición de Almeida

Tras varios días de polémica, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha tenido que responder sobre la cuestión. Ha indicado que el mural feminista de Ciudad Lineal «no es la cuestión que más interese a los madrileños en tiempos de pandemia, en tiempos de crisis», y ha asegurado que muchos de ellos «no saben ni que existe ese mural».

Después de que el Pleno de Cibeles votara a favor de mantener el mural con el ‘sí’ de Ciudadanos, Almeida se ha reafirmado que «es legítimo que en cada momento cada uno pueda opinar». Este cambio de los de Begoña Villacís «no abre una herida» en el Gobierno municipal, ha aclarado el regidor.

Sobre las votaciones en el Pleno de Ciudad Lineal y en el de Cibeles, el regidor ha enfatizado que «es tan legítimo lo uno, como lo otro». En este punto ha lamentado que la izquierda «haga bandera» de ello, pues significa que «poco tienen que criticar a este Gobierno si esta es la baza para hacer oposición».

Además, ha negado que eliminar este mural sea una imposición de Vox, y que lo que sí hubo fue «una votación y un debate». «Le puedo garantizar para despejar toda duda que no he hablado con ningún integrante de Vox sobre el mural; estoy convencido de que ningún edil ha hablado sobre el mural», ha declarado. Tirando de ironía, ha comentado que podría ser «una imposición telepática».

Para Almeida, es «más interesante» debatir sobre si en el feminismo caben todos con diversas opiniones, ya que «si no hay opiniones críticas, se empobrece el feminismo».

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