El cultivo ecológico, el arma de Marqués de Riscal para proteger sus viñedos de los efectos del cambio climático

Marqués de Riscal
Viñedos de Marqués de Riscal. @Cortesía

La nueva realidad climática está cambiando la forma en la que desarrollamos muchas de nuestras actividades. Las altas temperaturas en momentos del año que no corresponden, como por ejemplo estos 30º en octubre, así como las lluvias extremas o la falta de agua, son algunos de los elementos a los que se tienen que enfrentar sectores que trabajan con la climatología.

Este es el caso, sin duda, del sector de la viticultura. Y es que las bodegas de todo el mundo están adaptándose a los cambios de temperaturas y procurar que sus cultivos no sufran, dotándoles de la capacidad de desenvolverse en periodos de escasez de agua y subida del termómetro.

En esta carrera, Marqués de Riscal destaca por ser una de las bodegas que ha apostado por el cultivo ecológico como base de su estrategia. Este tipo de cultivo permite que la planta sea más resistente y que, además, pueda adaptarse mejor a las alteraciones que está provocando el fenómeno climático.

Diez años trabajando en cultivo eco

Y no es una medida que Marqués de Riscal acabe de aplicar en sus viñedos. Hace una década que pusieron en marcha este cultivo eco, y hoy en día la bodega cuenta con 350 hectáreas certificadas en ecológico en Rueda, 370 en Rioja y algo más de 100 en proceso de certificación.

Fruto de esta iniciativa y saber hacer, ha nacido la gama de vinos 100% organic, muy celebrada entre público y crítica, que la bodega centenaria elabora en Rueda: Marqués de Riscal Sauvignon Blanc, Marqués de Riscal Verdejo y Finca Montico, verdejo sobre lías.

Son tres blancos elaborados con la mínima intervención posible, representativos de una filosofía en la que Marqués de Riscal ha trabajado y que, además, ha llegado para quedarse.

Agricultura regenerativa

La agricultura regenerativa es otra de las claves en la estrategia actual de Marqués de Riscal con fin de afrontar las consecuencias del cambio climático. Y es que gracias a este tipo de agricultura, es posible recuperar la vida del suelo y aumentar la biodiversidad tanto natural y animal en sus propias viñas. Una riqueza que, entre otras cosas, permite controlar de forma natural las plagas, sin necesidad de productos externos.

De un suelo rico en biodiversidad pasamos a la viña, la cual es posible reforzar a través de diferentes procesos. En este sentido, Marqués de Riscal está trabajando en recuperar técnicas tradicionales de poda que minimicen el daño a las plantas, y que suelen ser puerta de entrada de enfermedades, para que las plantas tengan una vida larga.

De esta manera, la bodega consigue que las viñas puedan enraizar mejor y tengan la capacidad de absorber más agua y nutrientes, unas reservas que las plantas pueden utilizar ante un aumento de temperaturas para llevar a la uva a una madurez perfecta.

Esta es la forma en la que Marqués de Riscal está trabajando para elevar la durabilidad, en tiempo y calidad, de sus viñedos.

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