La última bala de Alejandro Valverde
Cuando parecía imposible, Alejandro Valverde ganó el Mundial ciclismo en ruta de 2018 con un triunfo inapelable a los 38 años. Tras muchísimas intentonas y desazones, seis podios concretamente, el murciano se vistió de arcoiris culminando un palmarés con incomparable parangón en el mundo del ciclismo. Ahora ‘El Bala’ busca el más difícil todavía intentando convertirse en el campeón olímpico más veterano de todos los tiempos con 41 años.
«Es una carrera en la que no hará falta atacar, será por eliminación por recorrido y humedad. Será muy dura», analizó el ciclista, que viene en pico de forma tras haber competido en el Tour de Francia con un segundo puesto en una etapa de montaña como mejor resultado.
Valverde cree que lo importante será la colocación en carrera y la atención a unos rivales que intentarán filtrar a corredores por delante. El murciano contará con el apoyo de los experimentados hermanos Izagirre, el combativo Omar Fraile y el gregario Jesús Herrada. El plan idóneo para España sería colocar a Fraile en la escapada y esperar a que luego Valverde llegase con el grupo de favoritos.
El español sabe que los nuestros no deberán coger la responsabilidad como en ocasiones precedentes con el favoritismo para otras selecciones como Bélgica, Eslovenia –con Roglic y Pogacar– o Colombia. «Nosotros tenemos que centrarnos en ir bien colocados en el momento importante», añade el murciano.
Para Ion Izagirre, el momento importante llegará en las durísimas rampas del Mikuni Pass. «Lo hemos visto, algo recuerda al Mortirolo, más corto, pero durísimo y con carretera rugosa en muchos tramos», asevera el ciclista del Astana. En ese momento se seleccionará la carrera y muchos creen que si Valverde aguanta entre los mejores podrá ganar el sprint como hizo en Innsbruck hace tres años.
Eliminar a Van Aert y la humedad
Clave será para las opciones de Valverde que quede eliminado de una posible pugna final el belga y gran favorito Wout van Aert. El ganador de tres etapas en el Tour de Francia –incluido el sprint en los Campos Eliseos– es un fenómeno en todos los terrenos y buscará sobrevivir a una altísima montaña que puede descolgarle.
Otro factor que todos tienen en cuenta es la altísima temperatura en Tokio –en torno a los 35 grados– y la humedad de casi el 90%. Esas circunstancias, poco habituales en las pruebas ciclistas, pueden decantar la balanza en favor de España. «Prefiero calor y humedad a frío y lluvia. Habrá que hidratarse y sobre todo no perder la cabeza de la carrera porque hay selecciones que están muy bien», añade un Valverde que sabe que se encuentra ante su último baile, aunque es posible que prolongue un año más su carrera.
«Me siento arropado y querido por todo lo conseguido en mi carrera, pero hay gustos para todos. Es cierto que soy bastante querido entre el pelotón y esta carrera es la que más ilusión me hace», admite Valverde. ‘El Bala’ se encuentra ante una de sus últimas balas para convertirse en el mejor ciclista de su generación. Contador tiene dos Tours, pero ¿qué pasaría si Valverde consiguiese ser campeón del mundo y campeón olímpico? Solo Paolo Bettini posee tal honor.