Una víctima de la ‘Manada de Castelldefels’ a la juez: «Había bebido 7 cubatas pero sabía lo que hacía”
El 14 de marzo de 2022 la juez de Instrucción número 5 de Gavá tomaba declaración a la víctima número uno de la conocida como Manada de Castelldefels. La joven, de 21 años, relató los hechos ocurridos en junio de 2021 tras denunciar ante los Mossos en noviembre del mismo año haber sido agredida sexualmente por cinco jóvenes. Cuando la juez le preguntó por el consumo de alcohol en la fiesta donde sufrió las agresiones la joven manifestó que «había bebido bastante, siete cubatas, que sus capacidades estaban bien, que sabía lo que hacía, que recuerda todo».
En esta ocasión, a diferencia de otras anteriores la joven víctima, denominada número uno porque su denuncia dio lugar a la investigación de Mossos d’Esquadra que acabó encontrando otras dos víctimas de esta manada, acudió al juzgado acompañada de abogado. La chica se reafirmó en las declaraciones efectuadas en noviembre de 2021 en la Comisaría de Mossos d’Esquadra. Explicó que conoció a «Alejandro (el cubano) en Badoo en marzo del año pasado, que empezaron a chatear, le pasó su contacto y le dijo que tenía a fantasía de hacer un trío Alejandro, Orlando y la declarante, es consentido. No sabía que la estaba grabando, que no lo sabía, que ese mismo día le mandaron el vídeo, le dijo que lo borrara, que le dijo que era solo para ellos, que cree que lo han difundido y esto pasó en Sants».
La víctima número uno de la manada de Castelldefels también contó que entre el primer encuentro consentido en el barrio de Sants y el segundo de Castelldefels que originó la denuncia sólo pasó una semana. Según la joven, ella sólo acudió a encuentros sexuales grupales en estas dos ocasiones. «Quedaron en una fiesta, estaba Alejandro y había chicas. Estaba en una habitación con Orlando y vino Alejandro a la habitación y es cuando sucedió todo», dijo. También añadió que «no es cierto que se quedara toda la noche ni les ayudara a recoger» la casa.
Luego relata la joven que «se fueron todos al comedor y tuvieron relación todos consentida, pero después empezó a grabar (…)». Ese fue el detonante, según la víctima, para que les pidiese parar, pero ninguno hizo caso según la joven y después «se vistió como pudo y se fue a la estación de Castelldefels». Luego continúa explicando que «Orlando (uno de los encarcelados) le pidió perdón y quedó con él durante dos meses y tenían una relación sentimental», es más, la mujer reconoció «que no tardó muchos días en ver a Orlando, fue como una segunda oportunidad, quería ver si era así».
Cuando la juez le preguntó por qué no había denunciado antes la joven adujo que «no denunció por miedo, no quiso hacerlo por sus padres, porque sabe que irían a por ellos. Lo denuncia ahora porque tiene una pareja y lo rechazaba cuando lo tocaba» y especificó que «acabó la relación con Orlando y después de los hechos no ha contactado con ninguna de estas personas, solo con Orlando». Pero la juez también la interrogó por sus contradicciones previas a lo que la víctima número uno dijo que «tenía ansiedad, miedo y estaba muy nerviosa, por eso la contradicción en sus declaraciones, que tenía las cosas confusas, quería olvidarlo, le pilló de sopetón y no sabía, quería olvidarlo, no podía pensar». La juez luego preguntó si aquel día de autos había bebido, a lo que la mujer reconoció que «bastante, había bebido siete cubatas, mis capacidades estaban bien, sabía lo que hacía, recuerdo todo».