Asamblea de Madrid

La socialista Carla Antonelli investigada por injurias y calumnias al director de un centro de menores

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Luis Miguel Montero

La querella fue interpuesta contra Carla Delgado Gómez, de nombre artístico Carla Antonelli, el 19 de julio de 2021, por unas declaraciones efectuadas el 5 de octubre de 2020 cuando se celebraba una Comisión de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad en la Asamblea de Madrid. En aquel acto la entonces diputada socialista dijo que «está sucediendo en la residencia infantil de Chamberí, (…) donde su director (…) ya tiene dos denuncias por acoso laboral de dos trabajadores y de otros empleados que no se atreven a hacerlo por miedo a represalias (…)» y añadió que «su comportamiento hacia los menores residentes es de un total despotismo y agresividad, impropias de alguien que tiene que velar por la salvaguarda y protección (…)». Esa intervención fue reproducida en parte por la cuenta en Twitter de la Asamblea de Madrid. Es la primera y única vez que una diputada señala personalmente a un funcionario de la Comunidad de Madrid, que, como las acusaciones eran falsas, denunció a la diputada. Ahora un juzgado madrileño investiga la denuncia, admitida a trámite.

Para la defensa del director del centro de menores, según recoge la denuncia presentada, «las expresiones proferidas son constitutivas, al menos, de un delito de injurias y otro de calumnias dada la absoluta falsedad de los hechos que afirmó (…)». La querella fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid y la defensa de Antonelli presentó recurso contra esta admisión a la Audiencia Provincial, que sigue pendiente de dictar un auto en un sentido u otro.

En cualquier caso, la ex diputada socialista ya fue llamada a declarar por la juez. Antonelli solo contestó a las preguntas de la juez y de su propio abogado y se negó a responder a José Antonio López, abogado del demandante. Antonelli aludió a su condición de diputada en la Asamblea de Madrid para justificar sus afirmaciones, aunque no supo especificar a qué se refería cuando hablaba de denuncias contra el director del centro de menores. Hasta en 8 ocasiones la juez le pidió que aclarase qué entendía por denuncia, pero Antonelli no supo determinar si las denuncias eran formales o habían sido realizadas solo de voz a ella misma.

El director del centro de menores de Chamberí incluso aportó a la causa una carta emitida por la Consejería de Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid, con fecha de 11 de noviembre de 2020, dirigida a todos los grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid, «mostrando su apoyo a mi mandante, así como censurando la conducta de la ahora demandada, por haber emitido acusaciones infundadas llegando a filiar a mi mandante». Ese fue precisamente el problema, que Carla Antonelli dio el nombre y apellido del director del centro de Menores de Chamberí durante una comparecencia pública. La denuncia investigada recoge que «la querellada (Antonelli) está atribuyendo a mi mandante comportamientos delictivos, no solo por las denuncias de acoso laboral (inexistentes) sino por las supuestas coacciones o amenazas a otros trabajadores que no le denuncian por miedo a represalias» e «incurre en un delito de injurias cuando afirma que ‘la información de hoy nos llega es casi más preocupante, y es que su comportamiento a los menores residentes es de un total despotismo y agresividad’ (…)».

El 26 de enero de 2021 se presentó demanda de conciliación previa a la querella y hubo acto de conciliación ante el Juzgado de Primera Instancia número 33 de Madrid «con el resultado de sin avenencia» y según consta en la misma denuncia «la querellada no negó los hechos, sino que se limitó a acogerse a la inmunidad de inviolabilidad parlamentarias de las que gozan los Diputados de la Asamblea de Madrid».

Respecto a esta inviolabilidad parlamentaria sostiene la querella que «resulta sorprendente (…) que la señora Delgado piense que por el mero hecho de ser diputada de la CAM, pueda afirmar lo que le venga en gana sobre quien quiera, como quiera, cuando quiera y acerca de lo que quiera, con absoluto desprecio a la persona de la que habla, tanto en su vertiente personal como profesional, demuestra que su temeridad no se circunscribe a lo que dijo, sino a su sentimiento y forma de entender su condición ed política, de ser impune, de estar por encima de la ley y por supuesto por encima del resto de los ciudadanos».

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