El patrimonio corrupto de Matas superó los 6 millones y se pagó principalmente con billetes de 500€

Jaume Matas
El ex presidente del Govern de Baleares Jaume Matas. (Foto: EFE)

El instructor del caso Palma Arena, José Castro, ha atribuido al ex presidente balear, Jaume Matas, un patrimonio derivado de la corrupción que supera los 6 millones de euros a precio de mercado. Muchos de los pagos para conseguir propiedades y artículos de lujo se efectuaron con billetes de 500.

Patrimonio inmobiliario corrupto de Jaume Matas.
Patrimonio inmobiliario corrupto de Jaume Matas.

En el auto del juez con fecha 1 de septiembre, al que ha tenido acceso OKDIARIO, Castro hace referencia a tres inmuebles que engordaron el patrimonio corrupto del ex presidente balear: el piso de «lujo» donde vive Matas en la capital; la casa de la playa, situada en la colonia de Sant Jordi en el municipio mallorquín de Las Salinas; y el famoso Palacete de la calle Sant Feliu en Palma.

Dicho palacete fue considerado todo un emblema y símbolo de la corrupción en las Islas Baleares. Hacienda lo tasó en 2,5 millones, sin contar con toda la decoración y el equipamiento de su interior. Finalmente, y a pesar de que su valor de mercado supera con creces los 3 millones de euros, Matas lo vendía hace pocos meses para hacer frente a la fianza de responsabilidad civil de 880.000 euros en el caso Noos.

Palacete de Jaume Matas en Palma de Mallorca (Foto: Efe).
Palacete de Jaume Matas en Palma de Mallorca (Foto: Efe).

La segunda de las propiedades atribuidas a Matas por el juez está situada en la céntrica calle Don Ramón de la Cruz, en pleno barrio de Salamanca de Madrid. Esta casa de «lujo» de 186 m2 fue «reservada» en abril de 2003 por el cuñado de Matas, Fernando Juan Areal, haciendo una entrega de 100.000 euros. Meses después, el cuñado de Matas desiste de la reserva y el que fuera consejero de Medio Ambiente en el Gobierno balear, Bartolomé Reus, se hace cargo de la misma.

El inmueble, adquirido por un millón de euros, alcanzaría ahora mismo la tasación de más de 1,5 millones. Entre otras cosas porque la vivienda, cuya puerta es la C, fue reformada en 2005, uniéndose al piso B de la misma planta. Días después de que Bartolomé Reus efectuara la compra oficial, los suministros de agua, luz y gas fueron dados de alta a nombre de la esposa de Matas, María Teresa Areal. A las juntas de propietarios asistían los dos hijos del matrimonio Matas-Areal y en 2009, la propia María Teresa Areal efectuó una llamada telefónica a la administradora de la finca para comprar un segundo trastero.

Uno de los conserjes del edificio afirmó en sede judicial que «los dueños del piso eran los Sres. Matas-Areal, aunque el piso figurara a nombre de otra persona». Según este conserje, los empleados de la inmobiliaria y la constructora antes de entregar el piso insistían en que había que tener «mucho cuidado con el trato que se le daba» porque era el piso del Presidente del Gobierno BalearEl propio Matas asegura que vive en este inmueble «de alquiler».

Piso de Jaume Matas en la calle Ramón de la Cruz en Madrid.
Piso de Jaume Matas en la calle Ramón de la Cruz en Madrid.

Según el juez Castro, «existen indicios sobrados de que tal inmueble hay que atribuirlo a la familia Matas-Areal, siendo lo llamativo que se pretenda ocultarlo mediante una burda e inútil estrategia diseñada por Don Fernando Juan Areal con la imprescindible colaboración de Don Bartolomé Reus para que éste figurara como titular».

La casa de la playa en Mallorca

La tercera de las propiedades que atribuye el juez al ex presidente balear es una casa de la playa situada en la calle Marina en la colonia Sant Jordi en el municipio mallorquín de Las Salinas.

Fue adquirido en 2002 a nombre de la difunta madre de Matas, Margarita Palou, por un precio de 196.831,46 euros, «siendo exclusivamente el día de la escritura el único contacto que se tuvo con la misma», aclara Castro.

«Como dato a no perder de vista», añade el juez, «Margarita Palou Jordá nació el 8 de marzo de 1920, por lo que en el momento de la compra del piso, que carecía de ascensor, la Sra. Palou tendría 82 años y en el momento de la finalización del pago de la hipoteca habría de alcanzar los 102».

Casa de la playa de Jaume Matas en la Colonia de Sant Jordi, en Las Salinas (Palma de Mallorca).
Casa de la playa de Jaume Matas en la Colonia de Sant Jordi en Las Salinas (Palma de Mallorca).

La cuenta corriente donde supuestamente está domiciliado el pago del contrato de la casa es de Jaume Matas y consta como autorizada su esposa. Además, el cuñado de Matas adquirió el piso colindante, y el suministro eléctrico de ambos inmuebles, letras G y H, figuraba a nombre de la madre.

Por si fuera poco, un informe interno del Servicio de Información de la Guardia Civil asegura que el ex presidente Balear ocupaba el piso de la letra I, anexo al de la letra H y que está a nombre de su primo, Juan Maura Palou. Este inmueble fue adquirido al mismo tiempo que los anteriores y los tres fueron reformados para ser unificados. Es decir, Matas disfrutaba de un total de 3 pisos unidos en la Colonia de Sant Jordi.

Así, la revalorización desde su adquisición y las sucesivas reformas y ampliaciones de la propiedad elevan su valor de mercado muy por encima del millón de euros. Lo que sumado a las anteriores viviendas hace una suma de seis millones sólo en propiedades inmobiliarias del ex presidente de Baleares.

El juez señala que «no existe la menor duda sobre que el inmueble pertenece también a la familia Matas-Areal y no a la madre del primero como lo evidencia el que nunca nadie la haya visto». Castro destaca el hecho de que «se trate de un piso segundo sin ascensor que para una persona de su edad deviene impracticable, y que se concierte una hipoteca a la que por ley natural nunca sobreviviría la prestataria y de la que es avalista Don Jaume Matas».

Jose-Castro
José Castro. (Foto: AFP)

«Vida de derroche y ostentación»

El instructor concluye que «resulta imposible que con los ingresos declarados por la familia Matas-Areal pueda acumularse tal patrimonio y más imposible aún si se hacen compatibles tales adquisiciones con un tren de vida de absoluto derroche y ostentación, plasmado en mobiliario y decoración de muy alto precio, electrodomésticos de última generación, televisores de innovador diseño».

Castro también puntualiza que estos artículos fueron «facturados a través de extraños conductos, con increíbles compensaciones y mediante facturas de mostrador alcanzan los 80.000 euros, recurrentes visitas a joyerías y tiendas de moda y todo un sinfín de etcéteras».

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