El testaferro de Juan Carlos I tiene una tercera propiedad en Madrid con su ‘offshore’ dubaití: un palacete

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Manuel Cerdán

La sociedad offshore Alcázar Ventures FZE, con sede en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) y controlada por Allen Sanginés-Krause, investigado por la Fiscalía y un juzgado de Barcelona como testaferro de Juan Carlos I, figura vinculada a otro edificio que alberga un apartahotel de lujo en un palacio de la plaza de Tirso de Molina de Madrid. Este inmueble se une a otros dos desvelados por OKDIARIO: uno en la calle Ayala 63, en el barrio de Salamanca de Madrid, gestionado por The Arc Collection, y el hotel Villa Magna, por el que pagó 210 millones.

Las iniciales FZE, que acompañan a la sociedad Alcázar Ventures, significan en inglés «free zone establishment» ( «establecimiento de zona franca»). Se trata de un espacio especial de Dubái donde sus sociedades, además de no pagar impuestos, tienen libertad para operar en cualquier parte del mundo con plena opacidad, como cualquier offshore de un paraíso fiscal.

OKDIARIO publicó este miércoles que el empresario mexicano Sanginés-Krause, que también fue investigado por actuar de testaferro de Juan Carlos I en el caso de las tarjetas black, compró y rehabilitó un inmueble en la calle Ayala de Madrid a través de la sociedad offshore Alcázar Ventures FZE, radicada en Emiratos Árabes Unidos, donde el ex monarca tiene su domicilio fiscal desde hace dos años. El edificio cuenta con 17 apartamentos de lujo y fue adquirido en enero de 2017 por sociedad Global Endor SL, cuyo titular era el mexicano Sanginés-Krause.

En el registro de la propiedad, el edificio del Palacio Tirso de Molina, en el número 8 de la plaza madrileña del mismo nombre, figura como propiedad de la sociedad 1810 Capital Investments, según el título de compra registrado el 9 de julio de 2020 con unas cargas hipotecarias de 5,2 millones. La sociedad se dedica a la «participación en proyectos industriales y comerciales mediante la suscripción de acciones y participaciones de sociedades mercantiles». Su socio único es Lenifran S.A., y su presidente, Sergio Gustavo Marynberg. La firma está vinculada a una decena de sociedades que presentan la marca «Global» como Global Endor de Sanginés-Krause, la firma del testaferro que adquirió en Ayala 63.

Dinero de Dubái

Sin embargo, la sociedad Palacio Tirso de Molina S.A., es una mercantil dependiente de Asiru Inversiones, en la que sus administradores solidarios son Sanginés-Krause y su socia, María Fernández Pérez. Asiru Inversiones, a su vez, posee otras dos filiales: Ayala Inmo Investments y Global Endor, la propietaria del edificio en Ayala 63. Por encima de todas ellas, una vez más, sobresale como socio único Alcázar Ventures FZE de Dubái, la empresa matriz de las inversiones de Saginés-Krause en España.

María Fernández Pérez, administradora solidaria en algunas de esas sociedades, se presenta en la red social Linkedin como COO (chief operating officer) o directora de operaciones, que asiste al consejero delegado de la compañía) y cofundadora de The Arc Collection, quien aparece en su web oficial como un «grupo hotelero» que gestiona Ayala 63 y el Palacio Tirso de Molina.

La sociedad española del inversor mexicano, Asiru Inversiones, recibió en 2017 una cantidad de dinero de Emiratos Árabes Unidos (EAU), que facilitó la compra de los edificios de Ayala, 63 y de Tirso de Molina, según las fuentes consultadas por OKDIARIO. Entonces, EAU era un país que figuraba en la lista negra del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) por su laxitud en los controles de los movimientos financieros.

Juan Carlos I reside en Emiratos Árabes Unidos desde el verano de 2020, donde ha regularizado su domicilio fiscal. El Rey emérito, sus socios y amigos cuentan con la protección del emir y presidente de EAU, Mohamed bin Zayed, y del vicepresidente y emir de Dubái, Mohamed bin Rashid, a quienes el ex monarca se dirige como «hermanos».

Dos joyas arquitectónicas

Asiru Inversiones compartió su domicilio social de plaza de la Lealtad, 2 con Sanlua Inversiones, que también estuvo domiciliada en el edificio de apartamentos de Ayala 63. La mercantil está vinculada con otras firmas en las que figura como administrador el miembro de la familia Aldao, Jorge Fernández de Araoz y García-Luben. Se trata del sobrino de Juan Carlos García-Luben y Fernández-Aldao, amigo y compañero de cacerías de Juan Carlos I, a quienes les unía también la afición por los relojes de lujo.

La joyería Aldao de la Gran Vía fue la suministradora oficial de la Casa Real hasta hace unos 12 años en que falleció el primogénito, José Luis García-Lubén y Fernández-Aldao. Entonces, las desavenencias familiares provocaron el cierre del negocio. El establecimiento, que fue fundado por Manuel Aldao en 1911, se convirtió en uno de los suministradores de joyas de la Casa Real de Alfonso XIII, el abuelo de Juan Carlos I.

El palacio rehabilitado de Tirso de Molina fue construido a mediados del siglo XVII y los actuales propietarios, tras las reformas, han conservado la fachada original y «los elementos decorativos como los cuarterones y los paños de vidrio», según destaca la web oficial The Arc Collection, que gestiona el alquiler de los apartamentos turísticos de lujo de Ayala 63 y el Palacio Tirso de Molina. Hospedarse en uno de estos establecimientos puede costar hasta 400 euros la noche.

El Palacio Tirso de Molina cuenta con 17 viviendas exclusivas y está ubicado en el número 8 de la plaza madrileña, en una de las zonas más castizas de la capital de España, entre La Latina, Lavapiés y el barrio de las Letras.

The Arc Collection destaca de sus apartamentos sus cocinas de última generación y su mobiliario de alta gama. Así mismo, pone en valor la arquitectura de sus dos inmuebles: Ayala 63 es una joya del Art Nouveau y el inmueble de Tirso De Molina es un palacio del siglo XVII. Según la publicidad de The Arc Collection, «ambas renovaciones respetaron las estructuras originales e incorporaron infraestructuras y construcciones modernas con el fin de mantener el esplendor del pasado y la eficiencia y esfuerzos de sostenibilidad del presente».

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