Marruecos negoció con Ghali en Houston y Londres una solución para el Sáhara con el auspicio de EEUU

Marruecos negoció con Ghali en Houston y Londres una solución para el Sáhara con el auspicio de EEUU
El rey Mohamed VI y Brahim Ghali.
Manuel Cerdán

El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Ghali, cuyo traslado desde Argel a un hospital de Logroño provocó mucha tensión entre Madrid y Rabat, formó parte de una delegación del Polisario que negoció con un grupo de emisarios del Rey Mohamed VI la celebración de un referéndum en el Sahara Occidental. Los encuentros se celebraron en Houston y Londres en 2000.

La mesa de diálogo fue auspiciada por Estados Unidos y las Naciones Unidas en el conocido como “Plan de Arreglo” o “Plan Baker”, en referencia a James Baker, el ex secretario de Estado durante el periodo presidencial de George Bush padre.

OKDIARIO ha tenido acceso a un documento de la Embajada de Estados Unidos en Rabat en el que se informa a la Secretaría de Estado norteamericana del inminente encuentro en la capital británica entre marroquíes y saharauis.

El documento, calificado de “confidencial”, remitido el 12 de mayo de 2000 a la Secretaría de Estado de Washington, a la misión en la ONU y a las delegaciones diplomáticas estadounidenses de Argel, Londres, París, Madrid y Túnez, avisa de la visita a la capital británica de los ministros marroquíes de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, y el de Interior, Ahmed El Midaoui.

El diplomático americano en Rabat comentaba en el cable que la información le había sido confiada confidencialmente por el embajador marroquí ante las Naciones Unidas.

El embajador USA también desvelaba la lista de los enviados a Londres de la República Árabe Saharaui Democrática, entre quienes figuraba Brahim Ghali como miembro del Secretariado Nacional del Frente Popular del Sáhara y Río de Oro (Polisario). Se trata del órgano ejecutivo del movimiento, que fue fundado en 1973, dos años antes de que Marruecos ocupara la que entonces era una provincia de España en África.

El actual secretario general del Frente Polisario, por tanto, ya en 2000 era un personaje muy conocido para la Monarquía alauí. El Gobierno de Mohamed VI y la diplomacia de Rabat sabían que Ghali era un activista intratable en el campo de batalla y en las mesas de negociaciones.

Entonces, el régimen alauí recibía con los brazos abiertos, bajo los auspicios de EEUU, a los delegados saharauis, entre ellos a Brahim Ghali, sin desatar un conflicto diplomático con España ni hacer estallar una crisis migratoria en las ciudades de Ceuta y Melilla.

Reunión de Ghali en Londres

La reunión que se iba a celebrar en Londres no era la primera en la que participaba Brahim Ghali. Con anterioridad había asistido a otro cara a cara en territorio norteamericano, en Houston, propiciado por del Departamento de Estado con los mimos titulares marroquíes de Asuntos Exteriores, Benaissa, e Interior, El Midaoui, sin que motivara ninguna pelea hispano-marroquí, según declaró a OKDIARIO una fuente de los servicios secretos españoles, experto en el Magreb.

“Ghali fue representante del Frente Polisario en Madrid, desde 1999 a 2008, con plena libertad de movimientos y jamás ni el Gobierno de Mohamed VI ni los mandamases de la Dirección General de Estudios y de la Documentación (DGED), que controlan a sus agentes en España, inspiraron una invasión como la de Ceuta o emprendió ninguna acción secreta contra el dirigente saharaui. Ahora les interesaba ese enfrentamiento por razones espurias y violaron las fronteras de España y la UE”, manifestó la misma fuente.

La delegación del Polisario, que participó en los encuentros de Houston y Londres, estaba dirigida por Mahfoud Ali Beiba, ex secretario general y primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática, que era presidente del Parlamento y miembro del Secretariado Nacional.

Los otros participantes del grupo saharaui eran también integrantes del Secretariado Nacional: Mohammed Khaddad, Boukhari Ahmed, Radi Bashir (consejero del presidente), y Brahim Moukhtar, delegado en Londres del Polisario.

En 2008, Ali Beiba fue recibido como presidente del Consejo Nacional Saharaui por el presidente de Navarra, Miguel Sanz (Unión del Pueblo Navarro), durante la celebración de las terceras Jornadas de Intercambio de Experiencias, organizadas conjuntamente con el Parlamento de Navarra, bajo el lema “Paz y Libertad en el Sáhara”.

Como respuesta a aquel acto de solidaridad con el pueblo saharaui, Marrueco jamás reaccionó agitando las fronteras de Ceuta y Melilla o acudiendo a la invasión del territorio español para incomodar a Madrid.

El diplomático Khaddad, presidente del comité de relaciones Exteriores y coordinador saharaui con la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), falleció en un hospital de Madrid, el 1 de abril de 2020, tras una larga enfermedad. Entonces, su estancia en España y su traslado y entierro en unos de los campamentos de refugiados del Polisario en Argelia tampoco provocaron ninguna protesta ni la invasión de Ceuta por parte marroquí.

Chapuza diplomática

El caso, al margen de la chapuza diplomática y la ausencia de estrategia de la ministra Arancha González Laya, era muy similar al de Brahim Ghali, que llegó a Logroño inconsciente por culpa de un cáncer y el Covid y pudo fallecer durante la intervención médica.

Algo parecido sucedió con otro de los negociadores en Londres: el primer representante del Polisario en España en 1978 y embajador en las Naciones Unidas durante casi 30 años. Boukhari Ahmed era un activista del Polisario desde 1973 que falleció, así mismo, en España -en Baracaldo-, en abril de 2018. Marruecos tampoco protestó ni rompió relaciones con España.

Brahim Moukhtar, que estudió económicas en la Universidad de Málaga, entre 2013 y 2015, realizó una gira por diferentes comunidades de España para recabar fondos a favor de la causa saharaui y apoyos en la reivindicación de un referéndum en la ex colonia española. Entonces, la diplomacia marroquí tampoco propició una ruptura de relaciones con España. En la actualidad reside en Suecia y es el ministro de Cooperación de la República Árabe Saharaui Democrática.

Por su parte, los miembros de la delegación marroquí eran dos de los primeros espadas del Gobierno alauí, con amplia experiencia en el campo de la diplomacia. Benaissa, que había estudiado Periodismo en las universidades estadounidenses de Minnesota y Columbia y ocupado la jefatura de la Embajada de Marruecos en Washington, fue titular de la cartera de Exteriores entre 1999 y 2007.

Ahmed El Midaoui, doctor en Derecho por la Universidad de París, era ministro del Interior desde noviembre de 1999 y con anterioridad director de Seguridad Nacional. En 2002, le tocó vivir como ministro del Interior la crisis de la Isla de Perejil.

Sin embargo, el documento, que publica OKDIARIO, destaca que el embajador de Marruecos ante la ONU, Ahmed Senoussi, pidió a su homónimo americano que “Marruecos tendría que añadir a tres o cuatro representantes más porque los saharauis enviaban a siete delegados”.

Las fuentes diplomáticas consultadas por OKDIARIO destacan que la respuesta tan agresiva de Marruecos responde a una mera excusa oportunista del Gobierno marroquí para reivindicar la territorialidad de Ceuta y Melilla y forzar al Ejecutivo de Sánchez a adoptar una postura sobre el Sáhara afín al régimen alauí.

Al mismo tiempo, los disturbios fronterizos han servido para colapsar la ciudad autónoma, desgastar la infraestructura policial, saturar los servicios sanitarios e inmigratorios, alterar el control de aduanas y crispar el funcionamiento administrativo.

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