El Rey emérito se gastó 3,1 millones de Zagatka en sólo un año para volar en jet privado 500.000 km
Los pagos millonarios de Juan Carlos I a través de la cuenta de la Fundación Zagatka se realizaron principalmente a lo largo de 2017. Sólo en ese ejercicio, los testaferros del ex monarca transfirieron desde el banco Lombard Odier a la compañía aérea británica Air Partner más de 3,1 millones de euros. Tan elevada cantidad era destinada a sufragar las facturas de las más de 316 horas de vuelo que consumió en tan sólo un año.
La frenética actividad viajera obligó al ex monarca a recorrer en avión más de medio millón de kilómetros. Juan Carlos I superaba en 2017 cualquier récord anterior, incluida su etapa como Rey de España, repleta de compromisos oficiales a escala internacional. Se producía algo realmente asombroso: Su Majestad (SM) en tan sólo 365 días, a sus 79 años, daba más de 12 veces la vuelta al mundo.
El Rey Emérito, que había pasado la Nochevieja del 2016 con unos amigos en Los Ángeles, comenzaba el nuevo año con la compra a Air Partner, el 6 de febrero, de un vuelo de ida y vuelta entre Madrid y La Romana, en la República Dominicana, por un importe de 189.023 euros. La compra se realizaba a través de su primo Álvaro de Orleans que actuaba como titular de Zagatka. Con aquel viaje Juan Carlo visitaba a su amigo, el multimillonario mexicano José Fanjul -el rey de la azúcar-, que reside por temporadas en la isla caribeña.
Un mes después, el 8 de marzo, los testaferros suizos se vieron obligados a adquirir una nueva tarjeta de 100 horas de vuelo por 980.023 euros. Y lo más sorprendente: dejaron la cuenta 525495-00 de Zagatka con un saldo negativo de 925.459,97 euros. No significaba un problema porque la fundación disponía de varias subcuentas asociadas en el Lombard Odier.
Las 100 horas de vuelo no duraron mucho tiempo porque, el 18 de mayo, aparece en la cuenta de Zagatka una transferencia a Air Partner por 105.023 euros para pagar el viaje entre el aeropuerto internacional de Bermuda, en el Caribe, y el aeródromo militar de Torrejón (Madrid).
El 21 de agosto volvieron a transferir 415.023 euros y, un mes después, otros 25.023. Tan frenética era la actividad viajera de Juan Carlos I que los testaferros se vieron en la necesidad, una vez más, de comprar otra tarjeta de 100 horas por 980.023 euros. Era la segunda comprada en 2017.
Voracidad viajera
El nuevo contrato sólo duró un par de meses, hasta finales de noviembre. En ese mes, en los extractos bancarios, aparece otra transferencia a la compañía aérea británica por 214.384 euros, que puede corresponder a un nuevo desplazamiento para asistir al Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dhabi. La ampliación se quedó corta porque el 27 de diciembre, en plenas Navidades, se giró otra transferencia por importe de 258.023 euros.
Como ya adelantó OKDIARIO, todos esos vuelos fueron contratados y pagados por Zagatka, una fundación creada en 2003 por los testaferros del ex monarca. Durante casi dos décadas, la fundación con base en Vaduz, la capital de Liechtenstein, sirvió de tapadera para ocultar los fondos de Su Majestad (SM) en el extranjero.
Para contrarrestar esas informaciones, Álvaro de Orleans declaró en una entrevista a El País que él había pagado de manera altruista los desplazamientos en jet privados de su primo Juan Carlos I. Sin embargo, finalmente, el propio ex monarca ha tenido que reconocer indirectamente la veracidad de las informaciones publicadas por OKDIARIO. Hace unos días pagó a la Agencia Tributaria más de 4 millones para regularizar su situación fiscal, en la que incluía sus viajes en jets privados.
En la entrevista al diario de Prisa, Álvaro de Orleans asumía que él había pagado los vuelos privados de Juan Carlos entre 2007 y 2018. Aseguró ser el único propietario de la Fundación Zagatka, en cuyas cuentas se endosaban las facturas de Air Partner y otras compañías aéreas europeas. Tal fue la generosidad de Álvaro de Orleans con los Borbones que, en tan sólo tres años, se gastó casi cinco millones de euros.
El final de la trama aérea
En el año 2018, entre enero y abril, Juan Carlos se gastó 558.046 euros en dos vuelos. El primero se produjo el 16 de enero con un pago de 200.023 euros, nuevamente a La Romana, en la República Dominicana. El segundo, tres meses después, voló desde Torrejón al aeropuerto internacional Bradley en Windsor Locks (Conneticut), en Estados Unidos, por un importe de 358.023 euros.
Son los dos últimos rastros que aparecen en la cuenta de la Fundación Zagatka sobre los pagos a Air Partner. Entre julio y agosto de 2018, la tierra tembló bajo los pies del ex monarca: OKDIARIO desvelaba el contenido de las cintas de Corinna grabadas por Villarejo y el fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, ordenaba un registro policial en los despachos de los testaferros suizos Dante Canonica y Arturo Fasana. Comenzaba una larga investigación que se mantiene dos años y medio después.
La Fiscalía de Ginebra ponía el cerco a la trama societaria y financiera del Rey Emérito a partir de la publicación en OKDIARIO de las confesiones de Corinna Sayn Wittgenstein. Villarejo la había espiado en su encuentro de Londres, en mayo de 2015, sin que la princesa alemana se percatara de que la estaba grabando.
Corinna, que había sido la compañera sentimental de Juan Carlos durante seis años, señalaba a Álvaro de Orleans -el titular de la cuenta de la Fundación Zagatka- como uno de los testaferros del ex Rey. Además, afirmaba que el primo lejano de Juan Carlos I le pagaba sus vuelos privados en jets de Air Partner.
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