De la Joya pide eliminar de Lezo las operaciones bancarias de su empresa radicada en la Isla Tórtola
El empresario Adrián de la Joya ha pedido al juez del caso Lezo que «expulse» del sumario todas las operaciones financieras y los datos bancarios relativos a su empresa Frankford Trade, radicada en la Isla Tórtola, perteneciente a las Islas Vírgenes Británicas.
El que fuera instructor de la ‘Operación Lezo’, Eloy Velasco, decidió investigar si la constructora OHL utilizó al conocido como empresario de la ‘jet set’ como intermediario para pagar una comisión de 1,4 millones de euros al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, por la concesión de la construcción del tren a Navalcarnero (Madrid).
En abril, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, Velasco solicitaba al titular del Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, que investiga el caso Gürtel, el resultado de una comisión rogatoria remitida desde Suiza sobre las cuentas bancarias en Ginebra de la sociedad, Frankford Trade, ubicada en la Isla Tórtola.
Según el escrito presentado por la defensa del empresario en la Audiencia Nacional, «De la Joya declaró ante la policía y ante el entonces instructor del caso aportando días después los movimientos de la cuenta en dólares de Lauryn Group en Ginebra». Según los investigadores, dicha sociedad radicada en Panamá habría sido empleada por González para desviar la comisión de 1,4 millones recibida en el Anglo Irish Bank de Suiza.
El abogado de Adrián de la Joya reclama «alzar, al menos parcialmente, el secreto de las actuaciones» y solicita al Juzgado que «expulse de este procedimiento sin dejar nota alguna en él, toda la documentación bancaria de la compañía Frankford Trade y asimismo, cualesquiera informes que existan sobre ella».
«Queremos recalcar desde ahora mismo», añade, «que no tenemos el más mínimo temor por el contenido de esa información bancaria. Porque nada, absolutamente nada, hay de ilícito en ella como ya en su día recalcó la autoridad judicial suiza y nosotros podemos acreditar. Pero se trata de una voluminosa documentación bancaria conteniendo ingente información económica y financiera de nuestro cliente que no tiene por qué ser objeto de curiosidad de nadie, ni siquiera de su inspección o estudio salvo que exista un legítimo indicio de ilegalidad cosa que ha de determinar un juez tras la debida fundamentación y concreción de hechos».
La defensa del conocido empresario también denuncia las investigaciones prospectivas: «Nos vemos obligados a recordar que ‘salir de pesca’ en una investigación prospectiva es absolutamente ilícito y su resultado nulo, de pleno derecho. La información bancaria de la compañía Frankford Trade se facilitó a las autoridades españolas en el estricto marco de una concreta comisión rogatoria internacional fundada en determinados hechos que el juez instructor consideraba de aparente o potencial naturaleza delictiva y para investigar una concreta transferencia bancaria de 50.000 euros».
«Últimamente parece que contra nuestro representado se ha desatado una infundada y necia caza de brujas en algunos medios de comunicación interesados en ello porque representan intereses espurios de terceros, que les agitan» señala el letrado de De la Joya, mientras deja «constancia» de que el empresario «es residente en Suiza, por tanto, como es lógico y legítimo, realiza operaciones bancarias en el país en que reside».
De la Joya y el caso Gürtel
El empresario Adrián de la Joya fue investigado en la Audiencia Nacional antes de estallar Lezo, por un pago de 50.000 euros que realizó en Suiza al extesorero del PP, Luis Bárcenas, en diciembre de 2008, en el marco del caso Gürtel.
El dinero fue transferido desde la sociedad de Adrián de la Joya en la Isla Tórtola, Frankford Trade, hasta la cuenta Obispado en Suiza, cuyo titular era Francisco José Yañez, que actuaba como intermediario de Bárcenas. El extesorero del PP ordenaría luego mover el dinero a otra cuenta en el Lombard Odier.
Luis Bárcenas aseguró ante el juez que el dinero procedía de una inversión fallida que intentó hacer en el Grupo Serena, que De la Joya había creado junto al también empresario Domingo Díaz de Mera.