MEDIOS DE COMUNICACIÓN

La izquierda mediática y Podemos se unen al imputado Villarejo para relanzar la carrera de Iglesias

Villarejo y Pablo Iglesias
Manuel Cerdán

La izquierda mediática y Podemos se unen al megaimputado José Villarejo y se sirven de sus cintas para relanzar la carrera política de Pablo Iglesias. Desde hace semanas cabeceras como elDiario.es, El País, SER, Público o TVE han desplegado toda una brunete para recuperar al fundador de la formación morada, tras su descalabro en las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid.

Una vez más, los diarios que sostienen a Podemos, para obtener su cometido y para que la coalición socialcomunista no pierda fuelle, han echado mano por enésima vez al victimismo de Iglesias que, a diferencia de otros políticos, sí dispone de un altavoz -La Base, en Público- para defenderse.

El diario Público del millonario Jaume Roures, con la firma de Virginia P. Alonso, publica un artículo en el que se queja, de manera cínica, de los objetivos de algunos medios periodísticos: “La realidad es que demasiados periodistas han interpretado que formar parte del llamado cuarto poder implica poner y quitar cargos políticos en función de sus propios intereses o de los intereses de los poderosos que los rodean”.

Y lo dice la directora del diario que se inventó a Villarejo y las cloacas policiales para torpedear al PP y filtró la cinta del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, desde las entrañas de la mafia policial de la Unidad de Asuntos Internos, que lo llevó a presentar su dimisión. La misma directora que se deshizo de la periodista que había investigado durante un lustro a Villarejo porque el comisario llegó a un pacto con Roures para filmar una producción audiovisual sobre su vida.

El diario de Roures -que se vio obligado a pagar 25 millones de dólares a la Justicia americana por sobornar a directivos de la FIFA- victimiza a Podemos acudiendo a argumentos espurios: “Tampoco sabemos qué cotas de poder podría haber alcanzado Podemos si no le hubieran segado la hierba bajo sus pies. Podemos fue un partido molesto desde su nacimiento. Hizo temblar el suelo sobre el que habían bailado confortablemente durante décadas fuerzas políticas, económicas y periodísticas”.

El planteamiento tiene su enjundia. Posiblemente, sí se conocería esas cotas si Iglesias no se hubiera comprado un casoplón en Galapagar, no hubiera sido financiado por Venezuela e Irán o sus ministras no hubieran viajado en Falcon a EE.UU. Iglesias, asiduo colaborador en el diario de su amigo Roures, en una entrevista en Público se queja de que «trabajaron para destrozar la reputación de algunos políticos y alterar los resultados electorales”.

elDiario.es, dirigido por Ignacio Escolar, también hace alarde de un gran despliegue periodístico al rescate de Iglesias. La portada del periódico presenta un vendaval de titulares, ninguno crítico hacia la formación morada. El objetivo final es recuperar al soldado Iglesias.

Según relata el controvertido Antonio Sánchez Maeso en el diario de Escolar, que no pierde la oportunidad de salir en ayuda de Podemos, Iglesias conocía la conversación entre Villarejo y García Ferreras, que ahora ha visto la luz, pero nunca la denunció. Posiblemente, porque en aquellas fechas, según delatan las agendas de Villarejo, que forman parte del sumario de la operación Tándem, Iglesias optó por confraternizar con el comisario antes de enfrentarse a él.

Una cita con Villarejo

Como ya informó OKDIARIO, el entonces secretario general de Podemos utilizó al juez Baltasar Garzón para mantener un encuentro secreto con el comisario. En la agenda anotó: “BALTA -Baltasar Garzón- llamó, estaba muy afónico. Le transmití que acepto su oferta de hablar con PI (Pablo Iglesias) pero sólo a través de él”.

Este periódico desveló también el contenido de una grabación de Villarejo en la que relataba a María Dolores de Cospedal el interés reiterado de Iglesias en conocerlo personalmente. El comisario le decía a la secretaria general del PP: “Iglesias quiere conocerme, pero no estoy por la labor”.

Algo parecido sucedió con Juan Carlos Monedero que se reunió con Villarejo, entre 2016 y 2017, para que el comisario -para Podemos de las cloacas- intentara desbloquear una cuenta de la formación morada en un banco africano con dinero procedente de Venezuela, según declaró el comisario ante la Audiencia Nacional. El nombre de Monedero aparece escrito en una de las páginas de la libreta con la fecha “20-10-2016” y la anotación “Cita Monedero”.

Maeso afirma en su artículo que “confiar en las informaciones de Inda siempre es un gran error porque las filtraciones de ese tipo hay que contrastarlas, y en Okdiario no saben lo que significa eso”. Pero omite que los tribunales en dos instancias judiciales sentenciaron que la información de OKDIARIO había sido “veraz” y “contrastada”. Y, aunque se queje Público en uno de sus titulares, los tribunales condenaron a Iglesias a pagar 30.000 euros de costas judiciales.

Pasear a Villarejo como cloaca del Estado y relacionarlo con los medios periodísticos críticos con Podemos le dio buenos resultados a Iglesias en las elecciones del 10-N de 2019. El victimismo, con la explotación al máximo de la persecución política, le sirvió entonces para frenar su caída. Ahora con la ayuda de los medios de izquierda pretende repetir la jugada.

El caso de la tarjeta telefónica de su ex asistenta Dina Bousselham, la supuesta policía patriótica y la operación Cataluña o la comisión Kitchen sobre el espionaje al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, sirvieron para que Iglesias cortara la sangría de votos. Y aquel plan, como pretende ahora, le salió bien: mientras las encuestas y el sondeo a pie de urna le daban unos 30 diputados, finalmente obtuvo 39. En las elecciones de junio de 2016, la formación podemita había alcanzado los 45 escaños. De cara al 2023, tras los resultados de Castilla-León y Andalucía, las previsiones no vaticinan nada bueno, de ahí la adopción de un plan para remover el gallinero y presentarse a las autonómicas y municipales de mayo del 2023 con ciertas garantías.

Con la ayuda de medios públicos como TVE podrá conseguirlo. El periodista gallego Xabier Fortes, que es capaz de por las mañanas realizaba en Galicia una crónica periodística y por la tarde presentar un acto político de la izquierda, también cedió los micrófonos a Iglesias para que sacara beneficio del victimismo: “Hay periodistas que nos han estado señalando durante años con mentiras. Los Ferreras, Griso, Vallés, Ana Rosa Quintana, Carlos Herrera han estado utilizando esa basura para hacernos daño», decía el líder de Podemos.

«Estructura mafiosa»

Iglesias se creció y fue aún más lejos, definiendo la situación como “una estructura mafiosa”, orquestada desde las cloacas del Estado para desgastar a Podemos: “No sólo se trata de comisarios de policía corruptos y mafiosos, no sólo se trata de ministros de Defensa y de Interior del PP corruptos y mafiosos (…) se trata también de medios de comunicación y de periodistas que se han prestado a mentir, a manipular y a difamar”.

Àngels Barceló, la conductora de Hoy por Hoy de la SER, se mostró muy crítica con los periodistas, pero sin mostrar las verdaderas lacras que han llevado a Podemos a donde se encuentra políticamente: “Y ahora que uno de los actores implicados es un periodista también lo contamos. Pero no me pregunten a mí por ello, nunca encontrarán una conversación mía con Villarejo, ni una reunión… Pregunten también a los que se sientan en las mismas mesas y participan en las mismas tertulias de los que lo hacen, porque de esta manera les blanquean. Ellos son los que tienen que dar explicaciones”.

Barceló olvidaba que el programa que ahora presenta, Hoy por Hoy, desveló en exclusiva el Informe PISA que ahora tanto rechaza el Grupo Prisa. Reprodujo las 40 páginas con la marca de agua de la SER en su página web. Si la periodista rebobina las cintas de Hora 25 de 2016, durante su etapa de directora, comprobará que también le dio difusión al Informe PISA contra Podemos, única y exclusivamente porque tenía interés general, el mismo derecho que tienen los demás.

Llaman la atención las declaraciones de Ione Belarra, la ministro de Derechos Sociales, cuando destaca que con los ataques a Podemos se ha hecho un “daño irreparable a la democracia” y que “nunca sabremos quién habría gobernado en España en 2016”.

El ministro Alberto Garzón ha defendido que Podemos “representó una amenaza para los privilegios de las élites dominantes” y para “una cultura política clientelar, enchufista y antiliberal”.

De los argumentos más estrambóticos que se han podido leer en algunas cabeceras es que atacar a Iglesias es mermar la democracia. Podemos se queja de que los asfixiaron para que no pudieran ganar las elecciones con medidas antidemocráticas. La misma formación que promovió los escraches y fomentó la manifestación violenta “Rodea el Congreso”, ahora se presenta con piel de cordero.

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