Los González a un funcionario de Soto: «¿El agua es potable?» Respuesta: «Es del Canal de Isabel II»
Según ha podido saber OKDIARIO, los hermanos Ignacio y Pablo González han protagonizado una «divertida anécdota» a las pocas horas de ingresar en la cárcel y que habría arrancado más de una sonrisa entre los funcionarios de prisiones de Soto del Real.
Las fuentes consultadas afirman que tras entrar en la celda que comparten, uno de los hermanos González se habría dirigido a un funcionario de prisiones formulando la siguiente pregunta: «¿El agua del grifo de la celda es potable?». Aunque pudiera parecer un chiste ésta fue la respuesta del vigilante: «Claro, es del Canal de Isabel II».
La anécdota ha corrido como la pólvora entre los trabajadores de la prisión madrileña de Soto del Real que aclaran a este diario: «No son los únicos presos que hacen esa pregunta al llegar. Es bastante habitual». Quizá lo novedoso, es que ninguno de dichos reclusos llegaron a presidir el ente público encargado de abastecer de agua a la Comunidad de Madrid durante casi 10 años.
El ex presidente de la Comunidad de Madrid y su hermano Pablo, ex directivo de Mercasa, comparten celda y muchas preocupaciones después de que el titular del Juzgado de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, decretara su ingreso en prisión en el marco de la ‘Operación Lezo’ contra la corrupción en el Canal de Isabel II.
El magistrado acordaba el pasado viernes prisión incondicional comunicada para el ex presidente madrileño y prisión eludible bajo fianza de cuatro millones de euros para Pablo González, tras pasar dos noches en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos.
Ambos se encuentran en el módulo 1 de preventivos de la prisión para mayores de 45 años. Las mismas fuentes consultadas recuerdan que fue la misma en la que permaneció el ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. En dicho módulo, suelen ingresar presos que nunca han estado antes en la cárcel y que poseen «buena formación académica y profesional».
Durante estos primeros días, los González se muestran «tranquilos y perfectamente integrados». «Leen mucho, intentan pasar desapercibidos a los ojos de los funcionarios de prisiones y seguramente en poco tiempo harán amigos. Si quieren pueden ir los domingos a misa y apuntarse a alguna actividad deportiva o cultural, aunque a estas alturas del curso la mayoría han finalizado» subrayan.
Ignacio González no esta incomunicado por lo que puede realizar sus llamadas ordinarias a la familia y recibir su correspondencia. Además, ya ha recibido el correspondiente folleto del reglamento y el horario de Soto del Real una de las cárceles más modernas de España.
El pasado viernes, tras identificarse y registrarse en el libro de ingresos, a González se le tomaron sus huellas dactilares y se le hizo una fotografía. Después, se le entregó, como al resto de internos, ropa de cama (juego de sábanas y manta) y otros elementos básicos para su aseo personal.
La rutina en Soto del Real
La prisión de Soto del Real fue construida en 1995 y dispone de unas mil celdas. El penal madrileño suma 14 módulos ordinarios, además del módulo de ingresos, el módulo de aislamiento y el edificio de enfermería. Cada módulo cuenta con 72 celdas, un patio, el comedor, una sala de estar y un pequeño gimnasio.
Las celdas son de 10 m2 y dispone de baño propios, mesa de estudio y ducha, un elemento que con los que no cuentan reos de otras cárceles. Se trata de celdas para dos personas, que duermen en litera. Los internos cuentan además con la posibilidad de adquirir un televisor. El centro está dotado de espacios comunes como un polideportivo, un salón de actos, una capilla y diferentes habitaciones donde se realizan talleres.
Soto del Real es la cárcel habitual de ingreso para los investigados por corrupción en la Audiencia Nacional, aunque después pueden pedir ser traslados.
Según fuentes de prisiones, el día para un preso empieza sobre a las 8.00 horas de la mañana. Tras el aseo y la limpieza de la celda pasan a desayunar en torno a las 8.30. Luego tienen un tiempo de patio o para actividades hasta la comida a las 13.30 horas.
Tras el almuerzo, suben a sus celdas hasta las 16.30 aproximadamente y los internos vuelven a tener tiempo de patio o actividades hasta la hora de la cena, que se sirve en torno a las 20.00 horas. Finalmente, los presos están en sus celdas para dormir a las 21.30 horas aproximadamente.
Los internos disponen de 5 llamadas de 5 minutos a la semana, aunque previamente tienen que comunicar los diez números de teléfono de las personas con las que quieren hablar. Una vez en prisión, los presos pueden desempeñar distintas funciones o trabajos denominados ‘destinos’.