Los funcionarios de prisiones «rompieron a llorar» al comunicar a Granados su libertad bajo fianza
Francisco Granados está más cerca de abandonar la cárcel madrileña de Estremera, que él mismo inauguró, tras haber permanecido 32 meses en prisión provisional por su implicación en la trama Púnica. Según ha podido saber OKDIARIO, los funcionarios de prisiones «rompieron a llorar» al comunicar al ex dirigente popular la libertad bajo fianza de 400.000 euros impuesta por el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco.
Granados acudió este miércoles a una reunión con su abogado Carlos García Ceca. Durante el encuentro, conocía la primera noticia del día que afectaba a su futuro judicial directo. El juez Velasco dejaba el Juzgado de Instrucción nº 6 para incorporarse en junio a la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional, dejando a medias la instrucción de la trama Púnica o de la ‘Operación Lezo’.
Al acabar el encuentro con su letrado, Granados bajaba a su módulo para comer. Allí era recibido «entre abrazos, felicitaciones y lágrimas» por parte de sus compañeros y de algunos funcionarios de prisiones.
El ex dirigente popular, conocido por su carisma y simpatía en el tú a tú mientras ejerció sus cargos como consejero de la Comunidad de Madrid, no había tardado en trabar «grandes amistades» en la prisión de Estremera, sobre todo, tras permanecer casi 3 años encarcelado.
Mientras le daban la enhorabuena una y otra vez, él supuso que las felicitaciones eran por la marcha del juez Velasco, sin embargo, un compañero se lo aclaraba: «Paco te han puesto fianza».
Éste creía entonces que sus compañeros estaban bromeando, hasta que él mismo se cercioró de la noticia a través de los informativos de televisión, «no se lo podía creer, se quedó en shock».
Granados siempre ha defendido su inocencia en la trama Púnica y ha cuestionado alguno de los informes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, UCO, presentados en la causa contra él.
Unos informes que siempre se han aceptado al pie de la letra hasta que este martes eran cuestionados en la opinión pública tras salir a la luz las acusaciones a la presidenta madrileña. Cristina Cifuentes era señalada por cohecho y prevaricación continuada en la adjudicación de dos contratos de cafetería en la Asamblea de Madrid al empresario Arturo Fernández. Unas acusaciones, que desde el principio no fueron consideradas desde el primer momento por el juez Velasco, ni por la Fiscalía Anticorrupción.
La marcha de Velasco
Tras conocerse la marcha del juez Velasco a la Sala de Apelación de la Audiencia, el magistrado publicaba el auto donde acordaba modificar la prisión incondicional decretada el 31 de octubre de 2014 por la prisión eludible con fianza de 400.000 euros.
Argumentaba que a la vista de los últimos registros realizados en la causa en relación con Arpegio-Prisma, “disminuye el riesgo de que pueda influir en la destrucción y desaparición de pruebas, teniendo en cuenta también que ya se han levantado el secreto que pesaban sobre diversas piezas separadas secretas”.
Según Velasco, también ha disminuido el riesgo de fuga ante el hecho del tiempo transcurrido, al tiempo que considera positivo que Granados pueda acudir “en otras condiciones” al primer juicio oral de esta causa, el chivatazo de la investigación conocido como ‘caso Talamino’. «Al no haber desaparecido por completo los riesgos aludidos» el juez considera proporcional acordar la libertad de Granados una vez depositada la citada cantidad de 400.000 euros en metálico.
Cuando deposite la fianza, Granados deberá comparecer ante el Juzgado de Instrucción nº 6 o el más cercano a su domicilio los días 1 y 15 de cada mes, facilitar número de teléfono y correo para ser localizado de forma permanente, fijar domicilio y tiene prohibido salir del territorio nacional sin autorización judicial.