Francia investigó a Del Rivero en 2008 por «difusión de informaciones falsas y engañosas»
El empresario murciano ha estado involucrado además en investigaciones por delito ecológico y fiscal, en la Gürtel y en la fusión de Europistas e Itínere.
En los últimos 15 años el ex presidente de Sacyr, Luis del Rivero, se ha visto involucrado en varias investigaciones judiciales dentro y fuera de nuestro país. Una de ellas se asemeja enormemente al intento que protagonizó en 2011 para hacerse con el control de Repsol. Del Rivero acabó investigado por intentar hacerse con el control de Eiffage, una empresa constructora y concesionaria francesa sin cumplir la normativa gala sobre este tipo de operaciones.
Es importante contextualizar este tipo de episodios en la vida profesional de Del Rivero para valorar su enorme interés por atribuir a los presidentes de Repsol y de La Caixa su salida forzosa de la presidencia de Sacyr. Tal vez la respuesta a ese cese empresarial esté más bien en que Del Rivero no ha tenido precisamente una existencia profesional precisamente plácida, sobre todo durante los últimos años.
En 2005 Del Rivero estuvo relacionado con una investigación por un presunto delito fiscal y otro ecológico. Una sociedad en la que Rivero aparecía como consejero delegado fue acusada de recoger agua de manera ilegal del río Segura para luego venderla a los agricultores o usarla con fines urbanísticos.
Un año más tarde el ex presidente de Sacyr aparecía en otra investigación, esta vez la de la supuesta contabilidad B del Partido Popular. En dicha investigación se apuntó a que el empresario habría recibido dinero de un empresario imputado en la causa en una cuenta domiciliada en Suiza. Del Rivero acabó reconociendo años más tarde en sede parlamentaria la existencia de la cuenta, pero negó haber recibido ningún pago en ella relacionado con el empresario investigado.
Su siguiente cita judicial llegó en 2007 y la invitación a participar en ella la cursó ni más ni menos que Luis Bárcenas, el ex tesorero del PP. Del Rivero fue investigado, como otros muchos empresarios, por presuntamente hacer donaciones irregulares al PP. El propio Bárcenas dijo que Del Rivero le entregó 200.000 euros. El dinero se usaría para la campaña electoral de Cospedal en las elecciones autonómicas del 2007 y en teoría a cambio se favorecería a las empresas cercanas a Sacyr a la hora de adjudicar contratos. El empresario reconoció las reuniones, pero negó los pagos.
El ‘caso Eiffage’
Pero si hubo una causa judicial que provocó severos dolores de cabeza a Luis del Rivero esa fue la que protagonizó entre 2007 y 2008 en Francia. La Junta General de Accionistas de la constructora y concesionaria francesa Eiffage que se celebró el 18 de abril de 2007 negó su derecho a voto a 89 accionistas. ¿Por qué? Por las sospechas de que estaban controlados por Del Rivero para controlar la empresa desde España, lo que contraviene la normativa bursátil francesa.
La Justicia francesa reaccionó e impuso a Sacyr la obligación de hacer una oferta formal y reglamentaria por la empresa gala a un precio muy superior al pretendido por Del Rivero. Cómo sería de delicada la situación que esta decisión suponía para Sacyr que fue necesaria la mediación del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien llamó al presidente de Francia Nicolas Sarkozy para mediar en el conflicto. Eso sí, un juez procesó a Del Rivero por «difusión de informaciones falsas y engañosas», lo que supuso la imposición de una fianza de 5 millones de euros. Finalmente se buscó compradores de la participación de Sacyr en Eiffage para zanjar el asunto.
Ya en 2009 los problemas en los tribunales volvieron, pero de nuevo en España y esta vez por la fusión de Europistas e Itínere. Un juzgado de Madrid vinculó a Del Rivero a la presunta comisión de los delitos de administración desleal y maquinación para alterar el precio de los títulos de Europistas durante su fusión con la concesionaria del grupo, Itínere. La acción legal la activaron varios pequeños accionistas que sumaban 700.000 títulos pero la juez no consideró que pudiera probarse que el papel de Del Rivero fuera determinante.
Así tal vez es más fácil comprender que en Sacyr no se viera a Del Rivero con buenos ojos, sobre todo tras las consecuencias económicas que la empresa tuvo que asumir en 2011 tras la frustrada aventura de presidente de intentar controlar Repsol. Cuando Del Rivero fue expulsado de la empresa ésta tuvo que vender un 10% de Repsol que estaba en su poder, lo que le trajo pérdidas importantes. En las cuentas de 2011, Sacyr perdió 1.604 millones de euros de los que 1.150 correspondieron a la venta de acciones de Repsol posterior al intento fallido de Del Rivero de hacerse con el control de la petrolera.
Del Rivero sigue estando en los tribunales. Bien como afectado por un presunto espionaje a manos de Villarejo del que está convencido es la causa de su cese de Sacyr, bien como demandante de la indemnización que asegura le debe Sacyr tras haberlo cesado. Les pedía 9 millones de euros y en primera instancia se le ha reconocido algo más de 4. Él ha anunciado que recurrirá y la empresa también.