Colau pidió suprimir el plan de los Mossos para detectar la radicalización de jóvenes musulmanes

El Ayuntamiento de Barcelona, presidido por la alcaldesa Ada Colau, pidió en 2015 la supresión de los planes puestos en marcha por el Ministerio de Interior y los Mossos d’Esquadra para detectar la radicalización entre la población musulmana.

Colau organizó el 12 diciembre 2015 un gran acto con motivo del Día Internacional contra la Islamofobia, junto con la asociación Musulmanes contra la Islamofobia que dirige el candidato de Podemos Ibrahim Miguel Ángel Pérez.

La jornada concluyó con una concentración en la Plaza de Sant Jaume, en la que se leyó un manifiesto que pedía derogar el Plan Estratégico e Integral contra la Radicalización Violenta que acaba de aprobar el Ministerio de Interior y el protocolo que estaban diseñando los Mossos para detectar la radicalización islámica en las escuelas.

Sobre este último plan, el manifiesto respaldado por el Ayuntamiento de Barcelona indica que «en Cataluña el Departamento de Interior ha planteado un protocolo para la detección de radicales en las aulas. La escuela, un espacio de socialización y construcción de nueva ciudadanía, queda viciado con este protocolo, que considera a los alumnos de confesión musulmana susceptibles de radicalizarse por el mero hecho de ser musulmanes».

Como las bandas latinas

«Pedimos que se ponga fin a esta escalada de disparates institucionales, mediante los cuales la comunidad musulmana queda señalada y estigmatizada», añade el documento. A continuación, pide que los recursos reservados para ambos planes se destinen a «políticas de normalización de la diversidad cultural y religiosa».

De este modo, el Ayuntamiento de Barcelona pidió públicamente que se supriman dos herramientas puestas en marcha por el Ministerio de Interior y los Mossos para prevenir el terrorismo yihadista. Dos planes que se han mostrado más necesarios que nunca, tras los atentados de Las Ramblas y Cambrils que se han saldado con 16 personas asesinadas y más de 130 de heridos.

El protocolo impulsado por los Mossos y el Departamento de Educación de la Generalitat se aprobó finalmente en 2016. Está inspirado en un plan que se puso en marcha años atrás para frenar el auge de las bandas latinas.

El protocolo ofrece pautas para que los profesores detecten los cambios de comportamiento que puedan indicar el proceso de radicalización islamista de un alumno: desde la imposición repentina de las vestimentas tradicionales musulmanas, al consumo de propaganda yihadista o el abandono de los estudios para realizar un viaje al extranjero, tal como informó el diario El Mundo en marzo de 2016.

La causa: «Falta de valores religiosos»

En contra del criterio del Ayuntamiento de Barcelona, tras los atentados de Las Ramblas y Cambrils la Generalitat ha anunciado que revisará y ampliará este protocolo.

El manifiesto impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona en diciembre de 2015 señala que «una de las causas profundas» de la radicalización yihadista de algunos jóvenes es la «falta de referencias religiosas sólidas». En consecuencia, exige que se garantice en las escuelas públicas y concertadas la enseñanza de la religión musulmana a los alumnos, con un curriculum que «transmita los verdaderos valores del Islam: la paz, la compasión, la convivencia y el diálogo entre todos los seres humanos».

De nuevo, la particular visión del laicismo que defienden Podemos y sus distintas franquicias: pide eliminar cualquier signo externo de la religión católica en los espacios públicos, al tiempo que reclama más espacios y recursos públicos para que los musulmanes puedan ejercer su religión.

El fundador de la asociación Musulmanes contra la Islamofobia, Ibrahim Pérez, ha sido candidato de Podemos en el distrito de Ciutat Vella y ha participado en la redacción del programa electoral con el que Ada Colau ganó las elecciones municipales de 2015.