La ‘comuna’ de Colau: todos los altos cargos colocan a sus parejas

Ada Colau
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (Foto: Efe)
María Villardón

Ada Colau firmó un decreto el 20 de noviembre de 2015, cuando llegó al poder, por el que establecía que hasta 35 direcciones “podrán ser ocupadas por titulares que no tengan la condición de funcionarios”. Un documento que ha permitido que en las instalaciones suene “Love is in the air” de John Paul Young por todos los rincones como un hilo musical. En Comú Podem, Barcelona en Comú y sus alrededores el amor campa a sus anchas. Por favor, cojan papel y lápiz para ir apuntando una a una las parejas amorosas en el Ayuntamiento de Barcelona y aledaños.

“El roce hace el cariño”, dice el refranero español, pero todo dicho popular, como bien saben, tiene un ‘contradicho’ que desarma verdades semiabsolutas. «Donde tengan la olla…», dice otro. No nos pondremos impertinentes, pero es una frase que casi siempre tiene razón, aunque entendemos que es algo complicado de cumplir. La endogamia existe desde tiempos inmemoriales y la política no iba a ser un ámbito inexplorado.

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Comencemos por el vértice de la pirámide. Adrià Alemany, es el marido de la alcaldesa Ada Colau y responsable de Relaciones Políticas e Institucionales de Barcelona en Comú (BComú). Ha sido uno de los fichajes más polémicos de la líder del consistorio. Ambos se conocieron en 2006 cuando coincidían en la lucha como activistas con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

Con su fichaje por parte de su mujer, Alemany abandonó su puesto en la Fundación del FC Barcelona y se dedica exclusivamente al partido político. Obviamente, aquel fichaje aliñado de amor no gustó ni a la oposición ni a la gente del propio partido. “No podemos caer en los mismos errores que cometen los grandes partidos”, comentaban.

También Eloi Badia, hombre de confianza de Colau, tiene vínculos amorosos dentro del consistorio. Un fichaje, que como sabrán, no ha estado tampoco exento de dimes y diretes. Tatiana Guerrero, es técnico de Dirección de la alcaldía y, además, pareja sentimental del concejal de Presidencia.

Guerrero ocupaba el puesto número 11 en la lista de Colau cuando se presentó a las elecciones municipales. Es licenciada en Psicología y desde hace años es portavoz de movimientos sociales relacionados con la energía y el agua. Un aspecto que comparte con Badia, éste nunca ha escondido su lucha contra las grandes eléctricas ni su empeño en que se comprometan con la pobreza energética. De hecho, la semana pasada el Tribunal de Contratos Públicos de la capital anuló el concurso público que habían convocado por declarar ilegal una de sus cláusulas.

La pareja de Badia, según el portal de transparencia del Ayuntamiento, tiene un sueldo bruto de 50.790 euros brutos anuales. Percibe alrededor de 2.000 euros en 14 pagas, según el código ético de BComú.

Por su parte, Vanesa Valiño, es jefa de Gabinete de la Concejalía de Vivienda y pareja de de Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona.

Tanto Valiño como Guerrero forman parte de ese personal del consistorio que ha sido posible contratar gracias a ese decreto de 2015. Ambas tienen la misma retribución como personal eventual, no funcionario, del equipo de Colau: 50.790 euros brutos anuales.

También Josep María Montaner, el concejal de Vivienda de Barcelona ha tenido flechazo en el ambiente político. Su pareja es Zaida Muxí, directora de Urbanismo en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, actualmente dirigido por la socialista Nuria Parlón. Ambos también han escrito un libro ‘al alimón’ que se llama «Arquitectura y política. Ensayos para mundos alternativos». (Gustavo Gili, 2016).

Antes de ocupar este cargo, la arquitecta formaba parte de Col·lectiu Punt 6, un grupo que promueve el desarrollo de espacios urbanos ligados a la igualdad de género y que llevó a cabo el servicio de participación ciudadana del distrito del Eixample. Además, siempre ha mostrado su simpatía por Colau desde que ésta presentara su candidatura al Ayuntamiento.

Y, de nuevo, el amor salta en el mismo partido, en este caso en ICV. Janet Sanz, teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, es la pareja sentimental de David Cid, coordinador de ICV de Barcelona.

Sanz, licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, forma parte de ICV desde hace alrededor de 11 años y, hasta hace un año, era una de las damas fuertes del grupo de Colau. La alcaldesa cesó a Sanz como líder del proyecto de Foment de Cuitat y del organismo de coordinación del Eje Besós. Sanz es uno de los perfiles más jóvenes del Ayuntamiento, aunque ya fue concejal con su partido en la anterior legislatura donde trabajó mano a mano con Ricard Gomá, precursor de BComú.

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