El buque ‘Ángeles Alvariño’ se desplaza al sur de Tenerife para buscar a Tomás Gimeno
El buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) ‘Ángeles Alvariño’ se ha desplazado durante esta noche, en concreto a las 23:00 hora UTC, hacia el sur, frente a las costas de Radazul, municipio tinerfeño donde vivían las niñas Anna y Olivia con su madre Beatriz. Probablemente esté buscando ahora restos de Tomás Gimeno en la zona donde fue ubicado por las repetidores de telefonía móvil por última vez.
En total, el barco se ha desplazado unos 11 kilómetros en línea recta, pero ahora no se encuentra tan cerca de la costa, está a unas 10 millas náuticas en el interior del océano, por lo que se cree que rastrea el cuerpo de Tomás Gimeno, quien, según los investigadores, se habría lastrado con un cinturón de plomo de ocho kilos antes de arrojarse al océano y tras matar a sus hijas y deshacerse de sus cuerpos. En este lugar se habría detectado la última posición GPS del teléfono móvil de Gimeno.
Si el barco no encontrase nada concluyente las labores de rastreo, que se iniciaron el pasado 30 de mayo, concluirán este miércoles por la noche. Ayer por la mañana fue relevado por un compañero el agente de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil que había subido al buque el pasado lunes.
El objetivo principal ahora es dar con una pista de Tomás Gimeno que confirme la hipótesis de los investigadores basada en el suicidio, ya que la jueza de Güímar que instruyó el caso abrió contra él una orden de búsqueda internacional, acusado del doble homicidio de Anna, de año y medio y Olivia, de seis años.
Una de las bolsas encontradas el pasado jueves en el fondo marino estaba rota y lastrada y se cree que el propio ancla de la barca a la que fueron atadas las dos bolsas rompió la misma, dejando escapar el cuerpo de la pequeña Anna, que no ha podido ser hallado todavía.
Si el buque encontrase algo importante durante las próximas horas podría ampliar su misión, ya que hasta el momento ha tenido que posponer varios compromisos anteriores para realizar labores de investigación en otras zonas de España.
Hay que recordar que el ‘Ángeles Alvariño’ está dotado con un sónar de barrido lateral que realiza un mapa del fondo marino y un magnetómetro que emite un eco que solo rebota sobre superficies de hierro, acero y níquel.
Pero este barco es el único del Instituto Oceanográfico Español que dispone de un robot capaz de bajar a profundidades de mil metros como el lugar donde se encontró a Olivia, de seis años. El pasado fin de semana tuvo que volver a puerto para reparar una avería y esperar una pieza que llegó por avión desde Madrid.
La principal hipótesis tras la reconstrucción de los hechos es que Tomás Gimeno sedó a sus hijas, las mató y después de suicidó y todo ocurrió durante la noche del 27 de abril y en horas posteriores.
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