La amenaza de Bárbara Rey si no cobraba el chantaje: «El sol puede salir por alguna parte»
OKDIARIO desvela un nuevo audio en el que Bárbara Rey habla relajada con su amiga Hortensia Blázquez
Bárbara Rey no se cortó a la hora de lanzar avisos a navegantes. Quería dinero y contratos de televisión a cambio de su silencio o «si no, el sol puede salir por alguna parte». Así lo confiesa en un audio inédito que desvela OKDIARIO en el que habla con Hortensia Blázquez, vecina y confidente de la actriz y vedette murciana. A lo largo de 10 minutos comparten secretos y sentimientos.
En concreto, la también presentadora de televisión destaca los «nervios» que le genera que le llamen para desarrollar un programa. «¿Y qué quieres que te diga… qué estoy pensando? A ver si me llama esta gente de este trabajo del que me habían hablado, de una productora, y me confirman a ver… porque, oye, yo tengo los nervios de punta… Hombre, es que… sin trabajo ya me dirás tú lo que hago».
Nos retrotraemos a uno de los días clave, el miércoles 22 de junio de 1994, el día de la famosa paella que comparte Bárbara Rey con Juan Carlos I en el chalet adosado de la primera en Boadilla del Monte. El día en el que la artista encarga a su hijo, de 13 años en aquel momento, fotografiar el encuentro que acaba en caricias y besos del Jefe del Estado con su amante secreta. Ese día, Bárbara Rey telefonea a Hortensia y hablan en clave. Comenta abiertamente y con mucho detalle que está cocinando un arroz y le pregunta alguna duda culinaria. Por otra parte, habla de que su hijo Ángel Cristo Jr. tiene un examen y tiene unos «nervios terribles desde anoche».
Bárbara Rey: ¿Qué haces?
Hortensia: Nada hija mía… aquí estoy. Nada, en absoluto nada.
Bárbara Rey: ¿En absoluto nada?
Hortensia: En absoluto nada. ¿Y tú?
Bárbara Rey: Pues yo tampoco… Pero a ver, estoy un poco… un poquillo…
Hortensia: ¿Nerviosa?
Bárbara Rey: (No se entiende) (…) Hoy está el mío [mi hijo]… Unos nervios… Tiene un examen, que tienen unos nervios desde anoche… Terrible… Es que claro…
Hortensia: Claro, claro, es normal. ¿Qué vas a poner de comida hoy?
Bárbara Rey: Voy a hacer un arroz.
Hortensia: Ah muy bien. Fenomenal.
Bárbara Rey: Voy a hacer un arroz sencillito. Voy a hacer un arroz de mmm… muslo de pollo, un poquito de cinta de lomo y unos trocitos… y unos trocitos de bacon.
Hortensia: Todo de carne.
Bárbara Rey: Sí. Y he comprado… o sea, voy a poner unas alcachofitas, un poquito de berenjena… y calabacín, ¿qué te parece?
Hortensia: (No se entiende)
Bárbara Rey: Un poco de pimiento… y tengo ahí un bote de judiones de esos gordos… que lo ponen mucho los valencianos… Como están cocidos… y le pondré encima un poquito de (no se entiende) cuando se esté terminando de hacer y ya está. Yo creo que así. Y nada, una ensalada. He comprado un jamón muy bueno y un poco de lomo. Y buen vino, del 82, y… una ensalada.
«No os durmáis»
Bárbara Rey: (…) ¿Y qué quieres que te diga?, ¿qué estoy pensando? A ver si me llaman esta gente de este trabajo… a ver si me llaman esta gente de este trabajo que me habían hablado, de una productora, y me confirman a ver…
porque oye, yo tengo los nervios de punta. Hombre, es que… sin trabajo ya me dirás tú lo que hago. Ando con los nervios un poquillo de punta. Si ya se lo he dicho… vosotros no dejéis las cosas, no os durmáis en los laureles. ¿Me entiendes? Pero vamos, yo creo que, en el fondo, no hacen nada. Muchas palabras… pero en el fondo… mientras que ellos… como tienen varios programas… ¿Me entiendes? Ingresan un montón de dinero, con un programa con otro… Saben que lo tienen todo cubierto. Y no pasa nada. Ni la mínima preocupación. Te lo digo de verdad porque si no, podría salir el Sol por alguna parte… Porque yo pienso una cosa, que tiene que ser difícil… y que es posible… (…) Porque mira si es algún problema de lo de la significación mía, que ya me parece excesivo… porque hay gente que trabaja igualmente, aunque se haya significado con la extrema derecha, cosa que yo no he hecho. ¿Me entiendes? Porque yo no llego a entenderlo. Yo no llego a entenderlo. Porque tú imagínate…
Hortensia: Están tardando…
Bárbara Rey: Yo he visto un programa con un millón y pico de espectadores, y un presupuesto por programa de millones. Vale, sólo producirlo, ciento treinta y tantos millones cada programita. Con todas las petardas y todas las gilipolleces que tienen… Ha habido un momento que lo veían cuatro millones y pico de personas, casi 5, y ha bajado a un millón y pico.
Hortensia: La única que está subiendo, que va como un rayo, es la Gemio, ¿eh?
Bárbara Rey: Bueno, no, esa ha bajado también, estaba en siete millones y ahora está en cinco y pico, pero sigue estando con mucho, ¿me entiendes? La que sí que ha subido ha sido Concha, que ha empezado a meter cosas de teatro, que es lo suyo y ha subido. Cuando hace sus cosas de teatro está estupenda, pero cuando está con otra cosa, no… Es increíble y no tiene hecha la cara, que yo he estado al lado de ella y la he visto, que no la tiene. Tiene un miedo tremendo a que la anestesien y a que la duerman. Debe tener a lo mejor algún arreglillo de inyectarse su colágeno o sus historias, pero no la tiene. Le deben meter unos filtros de tres pares de cojones, porque en persona es mi madre. En persona es muy mayor, pero da en cámara de maravilla. Pues nada, me voy a poner cómoda, tampoco me voy a arreglar demasiado, un poquillo el pelo y me voy a tomar una cerveza con el sofrito, que ya lo tengo hecho ¿Me entiendes? Lo que hago es dejar para el último momento rehogar el arroz y luego después le echo el agua, lo tapo con un papel plata y ahí lo dejo, ¿no? Es que como nunca lo hago con tanto tiempo no vaya a ser que se ponga peor, ¿no? (…) Luego después ya te llamaré, porque a lo mejor nos vemos hoy. Te dejo, niña, que tengo mucho lío, un beso, hasta luego.