MUERTE DEL PAPA FRANCISCO

El médico del Papa habla de sus últimas horas de vida: «Me lo encontré en coma con los ojos abiertos»

El principal médico del Pontífice le asistió en sus últimas horas de vida

Miles de fieles se despiden del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro

Médico, Papa Francisco
Sergio Alfieri, el médico del Papa Francisco. (Foto: Ep)
Paula Benito
  • Paula Benito
  • Portadista y redactora de información de última hora. Escribo sobre política, internacional y sociedad. Antes, en La Sexta. Contacto: paula.benito@okdiario.

El médico del Papa Francisco , Sergio Alfieri, le acompañó en sus últimas horas de vida en su residencia de la Casa de Santa Marta. El Pontífice, que ya estaba muy enfermo, falleció el pasado lunes a los 88 años tras sufrir un ictus a primer hora de la mañana, rodeado de sus colaboradores más cercanos, entre los que se encontraba el coordinador de sus servicios sanitarios.

Según reveló el Vaticano, el Santo Padre murió a causa de un ictus y seguía presentando una neumonía bilateral. Una información que ha confirmado Alfieri, que ha hablado sobre sus últimos momentos de vida: «Cuando yo llegué, entré en su habitación y tenía los ojos abiertos. No respondía a los estímulos y en ese momento me di cuenta de que no había nada más qué hacer. Estaba en coma».

Sergio Alfieri, jefe del servicio de Cirugía Oncológica Abdominal del Hospital Gemelli de Roma y coordinador de los médicos de Jorge Mario Bergolio, llegó a la Casa de Santa Marta en torno a las 06:00 horas del lunes, unos 20 minutos después de recibir una llamada del principal enfermero del Papa, Massimiliano Strappetti.

«El lunes, alrededor de las 05:30 horas, me llamó Strappetti y me dijo ‘el Santo Padre está muy enfermo, tenemos que volver al Gemelli’. Entonces, puse en aviso a todo el mundo y 20 minutos después taba allí. Entré en su habitación y luego intenté llamarlo pero no respondió y me di cuenta de que no había nada más qué hacer», ha desvelado el médico del Papa en una entrevista al Corriere della Sera.

Al ser preguntado por un posible ingreso en el hospital, ha explicado que corrían «el riesgo de que muriera durante el traslado y él quería morir en casa; de hecho, cuando estaba ingresado en el Gemelli siempre lo decía». Poco después de su llegada, ha manifestado, «falleció y todos los allí presentes» -entre los que se encontraban varios enfermeras- rezaron el Rosario.

La bendición del Urbi et orbi

El médico del Papa también se ha pronunciado sobre las últimas palabras que pronunció públicamente antes de morir. Esto ocurrió un día antes, el Domingo de Resurrección. «Hermanos y hermanas, buena Pascua. Que el Señor nos bendiga a todos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo», dijo con la respiración entrecortado y visiblemente cansado.

A pesar de su evidente fragilidad, el Santo Padre quiso estar presente en esta segunda parte de la celebración de Pascua para bendecir a todos los presentes aunque el mensaje principal tuvo que ser leído en su totalidad por Monseñor Diego Ravelli, maestro de la Ceremonia Pontificia, mientras Francisco escuchaba atentamente.

El facultativo ha señalado que no le aconsejó no trabajar porque «regresar al trabajo fue parte de su terapia y nunca se le puso en peligro» y es «como si supiera que se acercaba su final, quería hacer cosas». Al respecto, ha revelado que le pidió reunirse con todo el equipo que le trató en el Gemelli, un encuentro que estaba previsto para el miércoles.

«Me pidió que organizara una reunión con todas las personas que lo habían tratado en el Gemelli. Le dije que éramos 70 personas y que quizá sería mejor hacerlo después de Pascua, al final de la convalecencia. Su respuesta fue clara: ‘Me reuniré con ellos el miércoles’. Hoy tengo la clara sensación de que él sentía que tenía que hacer una serie de cosas antes de morir», ha sentenciado.

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