Líbano forma nuevo gobierno empujado por la ira popular y la crisis

Hizbulá
Protestas antigubernamentales en Líbano (Foto: AFP)

Un gabinete para responder a un descontento cada vez mayor en la calle. El presidente del país de los cedros, Michel Aoun, y el primer ministro designado, Hasan Diab, han firmado este martes el decreto para la formación de un Gobierno tras tres meses de vacío de poder después de la dimisión de Saad Hariri. El nuevo gabinete incluye a veinte ministros tecnócratas, cinco de ellos mujeres para hacer frente a la crisis económica y al descontento social desatados desde el pasado octubre en forma de protestas. A pesar de ello, poco después de conocerse el nombre de los ministros, los libaneses han vuelto a las calles y se han concentrado frente al Parlamento para denunciar que las recién estrenadas autoridades “no satisfacen las demandas populares”.

En las últimas semanas las manifestaciones se han tornado más violentas y han dejado más de medio millar de heridos solo en la capital el pasado fin de semana. Los manifestantes exigen desde el pasado octubre que toda la élite político-confesional abandone el poder, ya que los acusan de haber llevado al país de los cedros a una crisis económica brutal. Una de las reivindicaciones de los manifestantes ha sido la formación de un Gobierno tecnócrata, ya que en Líbano los cargos son asignados por pertenencia religiosa a las 18 comunidades que hay en el país.

La clase política de Líbano no han sido capaces de modernizar las infraestructuras del país, se producen cortes de electricidad a diario y las mafias se han hecho con el control y el suministro de servicios básicos como el agua. Los índices de corrupción también son muy altos y la población joven que nació después de la guerra civil, los principales protagonistas de las protestas, se ven abocados al paro o a la emigración. Además, Líbano tiene una deuda pública de 150% del PIB, una de las mayores del mundo. La escasez de divisas en una economía muy dolarizada a afectado a varios sectores clave en la economía del país.

Diab, que fue apoyado por el grupo chií libanés Hizbulá, ha insistido desde que se le encargó la tarea de formar Gobierno hace tres meses que buscaba que el nuevo Ejecutivo estuviese compuesto por tecnócratas, una decisión que no ha gustado a muchos líderes políticos de Líbano, como el presidente Aoun.

Zeina Akar, fundadora de la ONG Asociación de Desarrollo Social y Cultura y jefa de una consultora con sede en Beirut, será la viceministra y titular de Defensa. Se trata de la primera mujer que ocupa esta cartera en el país.

El ministro de Exteriores será el diplomático Nassif Hetti, quien, además de embajador libanés, ha sido jefe de las misiones de la Liga Árabe en Francia e Italia y observador permanente ante la Unesco y la ONU en esos países europeos, respectivamente.

La cartera de Interior, por su parte, estará dirigida por el exgeneral Mahamed Fahmy; la de Finanzas, por el banquero y economista Ghazi Wazni, y la de Economía por Raoul Naemeh, licenciado en Ingeniería y quien ha formado parte del consejo directivo de varios bancos dentro y fuera del Líbano.

Además de Akar, también habrá mujeres al frente los departamentos de Justicia, Trabajo, Inmigración e Información.

La Presidencia libanesa ha anunciado que la primera reunión del Gabinete de Ministros tendrá lugar este miércoles a las 11.00, hora local (9.00 GMT), una noticia que llegó mientras comenzaron a intensificarse las protestas, tan pronto como se dieron a conocer los nombres de los nuevos ministros.

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