Guillermo y Enrique negociaron durante 45 minutos antes de reaparecer: así fue el paseo en Windsor

Los príncipes Guillermo y Enrique y la esposas de ambos, Catalina y Meghan, han reaparecido este sábado por primera vez desde que se supo del fallecimiento de la reina Isabel II para acercarse a los simpatizantes reunidos en el Castillo de Windsor, en Londres. Un acontecimiento inesperado que ha supuesto un símbolo de unión entre los duques de Gales y los de Sussex, que deleitaron a los fanáticos reales, que habían acudido a las puertas de Windsor para llorar la muerte de la reina.

Los tres han estrechado manos, han compartido sonrisas y ramos de flores con los ciudadanos concentrados junto al castillo durante varios minutos tras llegar al lugar. Antes que todo esto sucediera, Guillermo y Enrique negociaron durante algo más de 45 minutos su reaparición, tras recibir el príncipe de Gales una llamada de su padre Carlos III.

En la negociación, Guillermo intentó enterrar el hacha de guerra extendiendo una «rama de olivo» a su hermano menor, el Príncipe Harry, pidiéndole que se uniera a él en un paseo fuera del Castillo de Windsor tras una llamada telefónica con su padre Carlos III.

Una imagen para la historia que no se veía desde el 9 de marzo de 2020. Aunque, todo apunta a que esta no será la única aparición de los hermanos, ya que aún quedan varios actos institucionales como el funeral de la reina Isabell II, que tendrá lugar el 19 de septiembre -el día ha sido declarado festivo- en la Abadía de Westminster.

Reaparición de los hermanos

Durante el acontecimiento, Guillermo, Enrique, Catalina y Meghan se han parado a leer los mensajes escritos y los ramos y coronas de flores depositados ante el castillo en medio de los aplausos de los miles de presentes en la que supone la primera aparición pública tras la muerte de la reina.

Otros miembros de la Familia Real como la princesa Ana, el príncipe Eduardo o el príncipe Andrés, han estado en una ceremonia religiosa celebrada en una iglesia escocesa cercana al Castillo de Balmoral, donde falleció Isabel II.