El general Zúñiga acusa a Arce de urdir un autogolpe: «Me dijo que necesitaba levantar su popularidad»

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Rafael Gallego

El comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia que lideró los movimientos militares en la tarde de este miércoles en La Paz, Juan José Zúñiga, fue detenido horas después por las autoridades locales, y éste arrojó una sorprendente explicación para lo que parecía un golpe de Estado y que, más bien, podría haber terminado siendo un esperpento: «El presidente me dijo que la situación estaba jodida y necesitaba algo para levantar su popularidad», aseguró justo antes de ser arrestado en presencia del viceministro de Interior, Jhonny Aguilera.

Antes de su detención, Zúñiga aseguró que pocos días antes había mantenido una conversación con el presidente boliviano, Luis Arce, en la que éste le habría transmitido que su popularidad era baja y que necesitaba algún tipo de acción. Preguntado por si este episodio había sido un «autogolpe», el general respondió «sí, sí», mientras era tomado en custodia por efectvos de la Policía. Llegó a explicar Zúñiga que Arce habría aceptado que en esa acción se movilizaran vehículos blindados de guerra, que es lo que sucedió en la tarde de este miércoles.

La Fiscalía General del Estado de Bolivia emitió una orden de detención contra Zúñiga por los delitos de terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad y la soberanía del Estado. Se «dispuso el inicio de todas las acciones legales que correspondan para el inicio de la investigación penal en contra del Gral. Juan José Zúñiga y de todos los demás partícipes en los hechos suscitados», reza el comunicado.

Lo cierto es que, desde el principio, el comandante Zúñiga aseguró que seguía reconociendo la figura del presidente Arce, y que su objetivo era cambiar a todo su equipo ministerial. Zúñiga había sido destituido horas antes de su puesto después de asegurar que si Evo Morales se presentaba a las elecciones para intentar ser presidente, activaría al Ejército para detenerle.

El caso es intrincado, puesto que el actual presidente, Luis Arce, es un delfín y antiguo aliado de Evo Morales, fue su ministro de Economía en 2019, cuando el país experimentó cierto crecimiento. Actualmente están enfrentados y Morales aspira a derrocarlo y regresar al poder.

La retirada de los efectivos militares desplegados en La Paz se ha producido después de que el presidente Luis Arce tomara posesión del nuevo mando de las Fuerzas Armadas y nombrase al nuevo comandante del Ejército, José Sánchez, tras lo que Arce ha agradecido el apoyo de la población, que se ha trasladado a las inmediaciones de la plaza Murillo, como a la comunidad internacional. «Haremos respetar la democracia ganada con el voto del pueblo boliviano en las urnas. Saludamos al pueblo boliviano que está rodeando la plaza Murillo, y a los organismos internacionales que han reprochado estos actos, y a los países amigos que se han pronunciado en favor de la democracia», ha afirmado Arce, quien previamente había pedido una movilización popular contra la asonada.

Evo Morales

El ala evista del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) ha acusado al presidente de Bolivia de realizar un «autogolpe» de Estado después de que un grupo de militares intentasen tomar la plaza Murillo de La Paz.

«(De) magistrados autoprorrogados a un autogolpe, el pueblo boliviano se hunde en la incertidumbre. Este desorden institucional, donde las autoridades extienden ilegalmente sus mandatos», ha declarado el presidente de la Cámara de Senadores, Adrónico Rodríguez, según el diario boliviano El Deber. Estas declaraciones se encuentran en sintonía con las palabras del general Juan José Zúñiga.

Por otro lado, el seguidor del ex presidente Evo Morales César Dockweiler ha manifestado que ha sido un «autogolpe» para «fortalecer» a Arce en medio de una crisis económica, una teoría con la que también ha coincidido el diputado Héctor Arce Rodríguez, que ha tildado de «show montado entre Zúñiga y Arce».

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