Un estadounidense y un australiano secuestrados en Kabul por hombres vestidos de militares afganos

Un estadounidense y un australiano secuestrados en Kabul por hombres vestidos de militares afganos

Cinco hombres armados que vestían uniformes militares afganos han secuestrado a un estadounidense y a un australiano en Kabul, según ha informado este lunes un funcionario de seguridad del país asiático. Ningún grupo ha reivindicado de momento la responsabilidad del secuestro.

Los dos ciudadanos extranjeros fueron capturados mientras conducían en la noche del domingo en una carretera principal cerca de la Universidad Americana de Afganistán, según Sediq Sediqqi, portavoz del Ministerio del Interior de Afganistán. Se cree que ambos son empleados de la universidad y que viajaban entre el centro de enseñanza y su residencia en la capital afgana.

Sediqqi ha añadido que los informes iniciales dicen hasta cinco hombres armados y que vestían uniformes del Ejército de Afganistán detuvieron el vehículo de los extranjeros. Los dos secuestrados son dos hombres, ha confirmado, aunque no ha revelado más detalles de su identidad, excepto para decir que una investigación está en marcha.

La Embajada de Estados Unidos en Kabul ha emitido un breve comunicado en el que confirma el secuestro de un ciudadano estadounidense, pero sin dar más detalles «debido a precauciones sobre la privacidad».

«Agentes de seguridad de la embajada de EEUU están trabajando estrechamente con la Policía afgana y sus colegas de seguridad y la Universidad Americana de Afganistán afganas para ayudar en la investigación por el secuestro», concluye la nota.

Por su parte, el Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia también ha emitido un comunicado confirmando «el aparente secuestro de un australiano en Kabul». La institución no daba más detalles, también por cuestiones de privacidad. «Continuamos advirtiendo a los australianos que no viajen a Afganistán a causa de la situación de seguridad extremadamente peligrosa, incluyendo la grave amenaza del secuestro», concluye el comunicado.

La revista Time ha tratado de comunicarse con los directivos de la Universidad de Kabul, pero no ha logrado que ninguno haga ningún comentario al respecto de esta información. La Oficina de Asuntos Estudiantiles de la universidad ha enviado un correo electrónico a los trabajadores y alumnos para que advertirles de que el «campus estará cerrado mañana [por el martes] y hasta nuevo aviso».

Los secuestros, una ‘costumbre’ en Afganistán

Otros tres extranjeros que fueron secuestrados en Kabul en los últimos meses, entre ellos una mujer india, Judith D’Souza que fue puesta en libertad el mes pasado después de permanecer bajo retención durante más de un mes. Otra mujer australiana, Kerry Jane Wilson, fue capturada en la ciudad oriental de Jalalabad en abril. Se desconoce su paradero.

En todos estos casos, según Sediqqi, los secuestradores vestían uniformes militares, estableciendo un patrón y haciendo alusión a algún tipo de actividad en banda organizada.

La mayor parte de los miles de extranjeros que viven y trabajan en Kabul se limitan en gran parte a trabajar en sus embajadas o, en el caso de los que están empleados por Naciones Unidas u otras organizaciones no gubernamentales, a sus complejos residenciales, con movimiento limitado permitido.

Los secuestros aumentan el riesgo de los pocos extranjeros, entre ellos periodistas, que se mueven con relativa libertad a través de la capital de Afganistán, con el fin de hacer su trabajo.

Una guerra de 15 años

El presidente Ashraf Ghani asumió el cargo en 2014 prometiendo puestos de trabajo y la paz, pero no ha logrando ningún tipo de avance en la guerra con los talibanes, que lleva en pie los últimos 15 años.

Los residentes de la capital se quejan de que la delincuencia ha aumentado en los últimos meses, especialmente los asaltos y el robo de vehículos. El aparente aumento coincide con una crisis económica ya que el gobierno no ha sido capaz de crear puestos de trabajo o estimular el crecimiento. La policía, sin embargo, niega un aumento en la delincuencia.

El primer ministro de Afganistán, Abdullah Abdullah, sí ha admitido que el secuestro y otros delitos han aumentado en Kabul y otras ciudades en los últimos años. El deterioro de la seguridad coincidió con la retirada de la mayoría de las tropas de combate internacionales en 2014 que puso fin a un flujo económico de decenas de miles de millones de dólares en el país desde la invasión de EEUU de 2001.

«Se empleó a cientos de miles de personas, directa o indirectamente, y eso se ha acabado, lo que ha afectado a la economía» y dio lugar a un aumento de la delincuencia urbana, dijo. La decisión del presidente Barack Obama de mantener los niveles de tropas en 8.400, tuvo como objetivo aumentar la confianza entre los empresarios e inversores, dijo.

 

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