Los delitos de odio aumentaron más de un 20% en Estados Unidos desde la campaña presidencial
Los delitos de odio aumentaron más de un 20% en nueve áreas metropolitanas de Estados Unidos durante 2016, especialmente durante la campaña presidencial, según ha informado el Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo de la Universidad de California, que ha señalado que las víctimas se encuentran ahora más dispuestas a denunciar.
El número de delitos de odio ha aumentado en algunas ciudades del país desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ganó las elecciones el 8 de noviembre. Varias sinagogas y cementerios judíos han recibido amenazas y han sufrido ataques durante los últimos meses, según ha indicado el investigador Brian Levin.
Los nuevos datos recabados muestran un aumento de los delitos de odio en ciudades como Nueva York, que experimentó un aumento del 24% desde 2015, o Washington D.C., que registró 107 incidentes, lo que supuso un aumento del 62%.
En total, las autoridades han registrado 1.037 incidentes, un 23,3% más respecto al año anterior en las áreas metropolitanas de Nueva York, Washington, Chicago, Filadelfia, Maryland, Columbus (Ohio), Seattle, Long Beach (California) y Cincinnati.
Durante las últimas semanas, Trump ha condenado el antisemitismo, así como otros delitos de odio, y ha señalado que se encuentra personalmente afectado por los incidentes dado que su hija Ivanka se convirtió al judaísmo.
Las autoridades de Nueva York han afirmado que en la ciudad se han producido al menos 55 delitos de odio entre el 1 de enero y el 5 de marzo de este año, lo que supone un 189% más de los 19 incidentes registrados en el mismo periodo de 2016.
«Podríamos estar aún en el inicio de una ola de antisemitismo que aumenta año tras año», ha manifestado Levin. Un gran número de los delitos de odio que se han registrado han sido cometidos contra los musulmanes y la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGTB) en Estados Unidos.
Varios expertos han señalado que, al destacar asuntos como la etnia, la religión o el origen de los ciudadanos, la campaña presidencial pudo contribuir al aumento de los incidentes por motivos raciales, religiosos y de discriminación.