Los Conservadores ganan en Reino Unido pero May queda señalada tras perder la mayoría absoluta
El Partido Conservador ha ganado las elecciones generales en Reino Unido, aunque la figura de la premier Theresa May ha quedado sensiblemente dañada. Durante la noche electoral fue el candidato laborista Jeremy Corbyn quien personificó la imagen del triunfo. Queda el aspirante del Partido Laborista lejos de la victoria pero, por otro lado, sus resultados eran impensables hace apenas un mes.
Cuando Theresa May convocó estos comicios anticipados lo hizo movida por la aspiración de apuntalar su liderazgo para negociar un Brexit duro con la Unión Europea, subida en la ola de unas encuestas que la situaban 20 puntos por encima de Corbyn. Desde entonces no hizo sino bajar en los sondeos, mientras que el laborista, con una campaña basada en dejar que May consumiese por sí misma su ventaja, recortaba distancias. Pocas estridencias se escucharon de Corbyn durante la campaña hasta que, en los últimos días, utilizase los atentados en Mánchester y Londres para exigir la dimisión de May criticándola por los recortes policiales.
Lejos de contar con una mayoría sólida, el Partido Conservador se ve obligado ahora a buscar pactos para conformar un gobierno. La aritmética se revela insuficiente para los Laboristas: ni sumando los escaños del nacionalismo escocés -que ha sufrido su propio descalabro- y los de los Liberal Demócratas, podrían alcanzar una mayoría. Pero esto no fue óbice para que un triunfalista Jeremy Corbyn volviese a pedir la dimisión de Theresa May en su primera comparecencia, en plena madrugada.
Los Liberal Demócratas, por su parte, también han mejorado ligeramente sus resultados con respecto a las elecciones de hace dos años, más allá de que Nick Clegg perdiese en su feudo de Sheiffeld. «Ha sido un honor pero vives con la espada y mueres por la espada» dibujó con palabras quien llegase a ser vice primer ministro con Cameron. Quedan lejos de los resultados conseguidos en 2010 pero, como entonces, pueden ser de nuevo la llave para que los Tories formen gobierno. Está por ver qué precio le ponen a su apoyo, toda vez que la última vez que lo hicieron fue a costa de perder un altísimo número de votantes: entre 20010 y 2015 bajaron de 57 a ocho parlamentarios.
Cuestionada Theresa May
La figura de Theresa May queda en entredicho tras estas elecciones. Más allá de la petición de dimisión por parte de Jeremy Corbyn, secundada por un buen número de los parlamentarios laboristas que han conseguido un lugar en la Cámara de los Comunes, hay también voces en el entorno Tory que cuestionan su liderazgo.
Entre los primeros nombres propios en este sentido se encuentra el del ex responsable económico conservador George Osborne, quien en la misma noche electoral ha señalado la delicada posición en la que queda Theresa May.
El anterior candidato laborista, Ed Miliband, escribió en Twitter que May queda ya no puede negociar el Brexit «porque nos dijo que si perdía su mayoría su autoridad quedaría destrozada, y es lo que ha pasado».
We know Theresa May can't now negotiate Brexit for Britain because she told us losing majority would destroy her authority—and it has.
— Ed Miliband (@Ed_Miliband) June 9, 2017
Descalabro nacionalista escocés
También ha perdido fuerza en estas elecciones el nacionalismo escocés. El SNP ha perdido gran parte de la representación parlamentaria que logró en las últimas elecciones. «No voy a tomar decisiones a las 4 de la mañana» dijo Nicola Sturgeon en su primera comparecencia ante los medios, reconociendo en cualquier caso que los resultados eran malos: incluso el pope nacionalista Alex Salmond perdió en su feudo de Gordon, que fue a manos del Partido Conservador. «Es un desastre para el SNP y para mí» ha reconocido Sturgeon.
Récord de parlamentarias mujeres
Otro dato a recalcar es el hecho de que la nueva Cámara de los Comunes tendrá el mayor número de parlamentarias mujeres de la historia. Con el 90% escrutado ya estaba confirmada la presencia de 192 mujeres en Westminster, superando las 191 de la anterior legislatura, lo que supone un 30% de la cámara. En las anteriores elecciones, en 2010, ya se batió otro récord y entonces la cifra era de 143.