El chavismo retrasa la validación de las firmas contra Maduro para perpetuarse en el poder
Si las maniobras del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano no logran evitar que se convoque el referéndum revocatorio contra Maduro, este organismo quiere que al menos la consulta se convoque después del 11 de enero de 2017. Según la ley, si las urnas se convocan después del cuarto año de turno presidencial, una eventual victoria de la oposición no vendría acompañada de elecciones, sino que el mandato del presidente revocado lo terminaría su vicepresidente. El chavismo siempre gana, incluso cuando pierde. Ésa es la consigna.
El CNE está maniobrando para que la siguiente fase para la activación del referéndum revocatorio contra el dictador venezolano, Nicolás Maduro, no arranque hasta el 3 de junio. La dilación obedece a un único objetivo: asegurar la supervivencia del régimen. Así, el anuncio este jueves de la autoridad electoral desatiende la exigencia de la oposición de que las firmas que lo solicitan sean validadas de inmediato.
Según Socorro Hernández, rectora del CNE, el hecho de que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) presentara 1,8 millones de firmas hace imposible que se cierre la validación en el plazo previsto. Según la ley, son 15 días los que debería invertir en CNE en este proceso, que dio inicio el 2 de mayo, cuando Henrique Capriles, líder opositor y gobernador del estado de Miranda, entregó las cajas llenas de papeletas rubricadas.
Pero Hernández ha duplicado el plazo, como es habitual en Venezuela, desatendiendo lo que marcan las leyes. Por ahora, se están contando las firmas una a una, más tarde el CNE las digitalizará entre el 16 y 20 de mayo, y sólo después, «desde el 18 de mayo hasta el 2 de junio» se hará «la auditoría de las planillas», señaló la funcionaria en entrevista con el canal gubernamental VTV.
Los plazos del revocatorio
Sólo una semana después de iniciar el proceso, la oposición entregó 1,8 millones de rúbricas el 2 de mayo, aunque únicamente precisaba unas 200.000 para pedir la activación del revocatorio. El CNE le había concedido un plazo de un mes para cumplir ese requisito, y ahora se lo asigna a sí mismo para la revisión de las actas. «Si nos entregan dos millones de firmas, tenemos que hacer el trabajo de dos millones», justificó la rectora.
En caso de que las rúbricas sean validadas, en la siguiente fase del proceso la MUD deberá recolectar cuatro millones más en tres días para que el revocatorio sea convocado.
La oposición tiene prisa y quiere acelerar los plazos para realizar la consulta a más tardar a finales de este año, pero el oficialismo sostiene que los plazos legales no lo permitirán.
De hecho, la rectora del CNE ha comentado a este respecto que la MUD podría haber solicitado el referendo desde el pasado 11 de enero, como marca la ley, un día después de que Maduro cumplió la mitad de sus seis años de mandato. En lugar de eso, «esperó al 26 de abril para solicitar las planillas para recaudar las firmas». Según Hernández sólo a la MUD será achacable que el chavismo logre su propósito de perpetuarse en el poder.
Previamente la coalición -que controla el Parlamento- también ha impulsado una enmienda constitucional para acortar el período del mandatario socialista.