La Casa Blanca desmiente a Biden y dice que no apoya el plan de Lula de repetir elecciones en Venezuela
El presidente de Brasil sugirió la posibilidad de convocar nuevas elecciones o formar un Gobierno de coalición entre chavistas y opositores
La Casa Blanca ha desmentido a Joe Biden, presidente de Estados Unidos, cuando este jueves afirmó apoyar la propuesta de Lula da Silva, presidente de Brasil, de celebrar nuevas elecciones en Venezuela. Biden, con un «lo hago», se mostró a favor de la repetición electoral para resolver la crisis venezolana, según respondió el líder estadounidense a una pregunta de los periodistas en una breve rueda de prensa este jueves. Sin embargo, la Casa Blanca ha confirmado que el presidente no estaba contestando a la posibilidad de repetir elecciones. En su lugar, Biden consideraba «absurdo que Maduro y sus representantes no aclararan las dudas sobre las elecciones del 28 de julio», ha asegurado una fuente del Ejecutivo estadounidense.
Lula sugirió la posibilidad de repetir elecciones en un programa de radio brasileño, también este jueves. La idea surge como una posible solución a la crisis que vive el país hispanoamericano desde el pasado 28 de julio. El dictador Nicolás Maduro amañó el proceso electoral, atribuyéndose el triunfo de los comicios en un proceso sin garantías ni transparencia. La mayor parte de la comunidad internacional no ha reconocido la victoria de Maduro, cuestionando los resultados.
El presidente brasileño ofreció dos alternativas para solucionar la crisis en el país hispanoamericano. O Maduro formaba un Gobierno de coalición que uniera al chavismo y a la oposición, o convocaba nuevas elecciones. María Corina Machado, líder opositora, ya ha mostrado su negativa ante ambas posibilidades.
Las declaraciones del líder brasileño también han provocado la reacción de Andrés Manuel López Obrador, presidente del México, quien ha asegurado que no le parece «prudente» sugerir la celebración de nuevos comicios en Venezuela. Por otro lado, Gustavo Petro, presidente de Colombia, ha sugerido la formación de un «frente nacional» en Venezuela, similar al que hubo en Colombia en el siglo XX. Un sistema en el que liberales y conservadores se turnaban en el poder como paso «transitorio» hacia una «solución definitiva» a la crisis.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), a las órdenes de Maduro, declaró al dictador ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. La comunidad internacional ha mostrado su descontento con el líder chavista y le han pedido en incontables ocasiones que publique las actas electorales para dar transparencia y legitimidad al proceso. Maduro ha ignorado estas peticiones y se proclamó presidente de Venezuela sólo 13 horas después de los comicios. Cada vez más líderes internacionales reconocen a Edmundo González, candidato opositor, como ganador de las elecciones y legítimo presidente de Venezuela. La ONU también anunció este miércoles que el proceso electoral de Venezuela carecía de transparencia.
Biden se encuentra entra los muchos líderes que considera que Maduro cometió un fraude electoral y ha pedido que abandone el poder en Venezuela. El dictador, en lugar de ceder a las presiones internacionales, ha recurrido a la fuerza y represión para acallar las voces críticas contra el régimen. Miles de venezolanos han salido a las calles desde el día de los comicios para protestar contra el dictador. Las fuerzas de seguridad del régimen han intentado reprimir las manifestaciones mediante la fuerza, provocando más de 20 muertes y 1.200 detenciones. La gran mayoría de ellas ilegales, de acuerdo con el informe de la misión de la ONU en Venezuela publicado el lunes.
Después de las elecciones en Venezuela, los Gobiernos de Brasil, Colombia y México iniciaron contactos para encontrar una solución a la crisis, un esfuerzo de mediación que cuenta también con el respaldo de Estados Unidos.