Assad vuela a Moscú en agradecimiento al mayor aliado de su régimen
Bashar al Assad realizó un viaje sorpresa a Moscú este martes para reunirse con su socio Vladimir Putin. Sin su ayuda, reconoció el presidente sirio, «el terrorismo habría engullido» mucho más territorio.
Assad ha elegido bien el primer destino oficial desde que comenzó la guerra en 2011, sólo tres semanas después del inicio de la campaña de ataques aéreos dirigidos desde el Kremlin contra Estado Islámico y, se sospecha desde Estados Unidos y Europa, intereses de los opositores al régimen.
Rusia ha mantenido el encuentro en secreto hasta este miércoles a primera hora y no ha concretado si el huésped se ha marchado ya o no. En todo caso, el gesto sirve para reforzar la idea de los incesantes mensajes de occidente en pro de una transición en Siria no merman el bloque Assad-Putin.
En imágenes vistas en la televisión pública rusa, Assad subraya que Rusia está actuando de acuerdo con la legislación internacional y celebra que su participación haya evitado que se llegue a un «escenario más trágico».
A juicio del mandatario sirio, lo político ha de resolverse sólo después de haber vencido el «obstáculo real» (en alusión al terrorismo), escenario en el que Putin, ha afirmado, también quiere «contribuir».