Al Assad compara la situación de Venezuela con lo que ha ocurrido en Siria
El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha afirmado este jueves que lo que está pasando en Venezuela "es similar" a lo ocurrido en el país árabe y ha expresado su apoyo al Gobierno de Nicolás Maduro en el marco de la crisis política, económica y social.
Durante un encuentro en Damasco con el ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, el mandatario sirio ha recalcado que las similitudes entre ambos casos pasan por «un intento de imponer la hegemonía sobre los estados y controlar sus decisiones independientes».
Asimismo, ha denunciado las políticas de los países occidentales, y especialmente Estados Unidos, para «interferir de forma flagrante» en los asuntos de los países de América Latina, según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.
Por su parte, Arreaza ha manifestado que «se pueden identificar similitudes» entre lo acontecido en Siria y lo que está pasando en Venezuela. «El mismo enemigo con los mismos intereses, pero también el mismo pueblo resistiendo al imperialismo», ha sostenido.
«Ellos (en referencia a Estados Unidos) quieren atacar Venezuela y apoderarse de las riquezas, del petróleo y de otros recursos. La experiencia de Siria nos da lecciones e ideas para ganar esta guerra», ha agregado.
Arreaza ha manifestado además que el Gobierno de Maduro «sigue apostando por el diálogo» y ha abogado por «acciones multilaterales» para hacer frente al «unilateralismo de Estados Unidos».
«La única manera de derrotar el imperialismo, que es unilateral, arbitrario, grosero y egoísta, es con el multilateralismo, con los valores de la paz y el respeto a la soberanía de los pueblos», ha remachado.
La crisis venezolana se agudizó el 10 de enero a raíz de la decisión de Maduro de iniciar un segundo mandato que no reconocen ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional por considerar que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.
El 23 de enero, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó «presidente encargado» de Venezuela obteniendo el reconocimiento de buena parte de la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, la mayoría de países latinoamericanos y numerosos europeos, para que gestione una transición pacífica que culmine con nuevas elecciones.