INVASIÓN RUSA DE UCRANIA

Una empresa rusa ofrece 60.000 € al primer soldado ruso que destruya un tanque de Sánchez

Tanque Sánchez
Tanque Leopard.

Si los tanques alemanes Leopard habían sido objeto de controversia en las últimas semanas por ese tira y afloja del Gobierno germano que se resistía a entregarlos a Ucrania directa o indirectamente, ahora vuelven a estar de actualidad porque una empresa rusa ha promovido entre los soldados rusos una especie de campeonato de caza de mayor de dichos tanques -y sus hermanos estadounidenses, los Abrams- con recompensa económica incluida. La empresa en cuestión se llama Fores Ltd. y está ubicada en Ekaterimburgo, ciudad a casi 2.000 kilómetros al este de Moscú.

El bonus o recompensa será de unos 60.000 euros (5 millones de rublos), cifra muy elevada para la sociedad rusa, cuyo salario medio apenas supera los 500 euros, para el primer soldado ruso que destruya un tanque Leopard 2 o Abrams, considerados para los militares rusos como auténticos trofeos. Los 60.000 euros serían en concepto del primer tanque derribado, a partir del segundo el bonus se reduce significativamente hasta los 6.600 euros.

La semana pasada el Gobierno español hizo público el envío de hasta 40 de los viejos 2A4 Leopard en los próximos meses, de los 108 disponibles en toda España, si bien seguramente luego serán menos porque Alemania (14), Polonia (14), EEUU (31) y Reino Unido (14) son de los pocos que han anunciado las cantidades a enviar a Ucrania.

Comunicado de Fores

“Los militares rusos que destruyan o capturen un tanque de batalla alemán Leopard 2 o un Abrams estadounidense recibirán una recompensa en efectivo. Fores pagará 5 millones de rublos como incentivo por la primera unidad de trofeo destruida. Por cada uno posterior que se encuentre en la zona NVO como parte de la ‘coalición de tanques’ de la OTAN, el pago a los soldados y oficiales rusos ascenderá a 500 mil rublos», dice en un comunicado la empresa, que con más de 2.000 empleos se dedica a la construcción de suministros cerámicos para pozos petrolíferos en los Urales.

La empresa concluye diciendo en su comunicado que «asistimos a un proceso de escalada permanente del conflicto y de suministro ilimitado de armas al enemigo. La decisión de transferir tanques occidentales a Kiev indica que la OTAN no se adhiere al concepto de suministrar a Ucrania sólo armas defensivas, lo que significa que es necesario consolidar y apoyar a nuestro ejército. Así hemos hecho desde los primeros días de la operación militar especial y continuaremos apoyando a nuestros militares en el futuro».

Como puede apreciarse, Fores no hace uso en ningún momento de la palabra guerra en su nota de prensa, término prohibido desde el inicio de la invasión por parte del Kremlin. Los salarios y las recompensas por derribar aviones y ahora tanques se han convertido en uno de los principales atractivos para ir a luchar a Ucrania, especialmente para los jóvenes procedentes de las zonas más desfavorecidas de Rusia, como son las regiones del Cáucaso, de la estepa central y más oriental del país, alejados de los núcleos urbanos de Moscú o San Petersburgo.

En el pasado junio, los oficiales rusos subieron los salarios para los soldados profesionales hasta situarlos en algo menos de 4.000 euros al mes. Lo mismo que se hizo el pasado mes de octubre para seducir a los nuevos soldados, además de ofrecerles financiación de sus créditos e hipotecas. Esta subida salarial fue descrita como preocupante para la economía rusa por diferentes analistas. El Instituto para el Estudio de la Guerra estima, por ejemplo, que un batallón de voluntarios de 400 militares le cuesta a las arcas públicas rusas al menos 1,1 millones de euros, excluyendo las bonificaciones por alistamiento y otras recompensas por logros militares. En líneas similares actúa Yevgeny Prigozhin, el ‘chef de Putin’ y fundador del Grupo Wagner con sus mercenarios, a quienes pasó de pagarles entre 3.000-5.000 euros hasta los 10.000 euros actuales.

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