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Cómo plantar un ciprés

Cómo plantar un ciprés
Cómo plantar un ciprés

El Cupressus Sempervirens, tal su nombre científico, es una de las especies de árboles más queridas por las personas para sus terrenos. Y no es algo nuevo, sino que desde las épocas greco-romanas han estado entre las primeras opciones de los propietarios de tierras, por su gran simbolismo, asociado a la belleza femenina. Pero, queremos saber cómo plantar un ciprés.

Aparentemente original de la región mediterránea, según coinciden la mayoría de los historiadores, colocar el ciprés en el momento justo, en el sitio adecuado, y de la forma correcta, es fundamental para que crezca sano y fuerte. De lo contrario, podríamos comprometer su bienestar en el futuro.

Cómo plantar un ciprés paso a paso

Antes que nada, para la plantación de esa especie necesitarás la semilla de Cupressus Sempervirens, que puede conseguirse en cualquier tienda especializada, y que debe tener un aspecto grisáceo. Además, tienes que fijarte que siga cerrada, o ya no será útil.

Una vez que tengas tu semilla, debes abrirla, y extraerla del interior. Es justamente esa semilla interna la que hace falta, y debes esperar a que se seque antes de plantar. Puedes plantarla en cualquier momento del año, si bien se recomienda hacerlo en invierno.

Estas semillas requieren de estratificación, el proceso de someterlas a condiciones frías y húmedas. Debes ubicarlas en un semillero frío, aplicando una fina capa de tierra y, eventualmente, otra con mulch o desechos orgánicos, que aportan varios nutrientes esenciales.

Al cabo de un par de meses, con las temperaturas más cercanas a los 20° C de la primavera, las semillas brotarán. Igualmente, hay que protegerlas durante las jornadas gélidas que resten, y no exagerar mucho con el riego.

Llegado el momento de trasplantarlo, debes ser muy cauteloso y buscar un espacio donde pueda crecer varios metros de alto sin obstáculos, con margen suficiente para que sus raíces se expandan sin toparse con otras.

Cuidados básicos del ciprés

En su nuevo hogar, el Cupressus Sempervirens requerirá de algunos cuidados considerados básicos.

Aconsejamos un suelo turboso por su mejor drenaje, que evita que se encharque y muera ahogado. La buena noticia es que se desarrolla incluso en tierras poco fértiles, carentes de nutrientes. Agregarlos o no corre depende de cada uno, y dependerá de cuánto quieras que crezca.

Por lo demás, el clima español es perfecto para esta especie resistente a las sequías y heladas. Únicamente tienes que asegurarte de que reciba luz natural, al amanecer o al atardecer, alejándole de los rayos solares directos del mediodía.

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