Cómo mantener una piscina en invierno
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El frío invierno nos obliga a sacar los abrigos, bufandas y todo aquello que durante el verano tenemos escondido porque disfrutamos de bañadores, mangas cortas, sol, playa y piscina. Si quieres saber cómo mantener una piscina en invierno, sigue leyendo y descubre las claves para hacerlo con éxito.
Aunque hay zonas en las que las piscinas se pueden disfrutar también durante la temporada de invierno, como por ejemplo en las Islas Canarias, lo habitual es que durante estos meses no se utilice, por lo que hay que saber cómo mantenerla en las mejores condiciones hasta que llegue el momento de usarla de nuevo.
Pasos para mantener una piscina en invierno
- Para que el proceso de invernaje sea el adecuado, la temperatura del agua debe ser inferior a 15ºC.
- El primer paso para mantener una piscina en invierno es hacer una limpieza y llevar a cabo tareas como cepillar las paredes, pasar el limpiafondos y comprobar que el prefiltro y los cestillos no tienen hojas ni ningún residuo.
- Lo siguiente será comprobar que el pH del agua está entre 7,2-7,4, así el producto invernador podrá actuar correctamente. Si no está en esos valores debes llevarlo a ellos.
- Haz una cloración de choque para homogemeizar los productos y, al día siguiente, realiza una limpieza de filtro con un desincrustante sólido de filtros.
- Ahora deberás realizar una dosificación de los productos de invernaje, la cual dependerá del tipo de piscina que tengas y las recomendaciones del fabricante para ella.
- El equipo de depuración que utilices debe estar en funcionamiento 15-30 minutos al día, así podrás eliminar la humedad que tengan los equipos eléctricos.
- Si vives en una zona de clima frío, baja el nivel del agua hasta llevarlo por debajo de los skimmers. También deberás vaciar las conducciones y el filtro, y colocar algún objeto flotante en la superficie de la piscina que pueda hacer de amortiguador contra la presión del hielo.
- Una vez que ya has aplicado todos los productos y realizado todas las limpiezas, es recomendable poner un cobertor para proteger el agua y, en general, el interior de la piscina. Esto hará que sea más fácil su mantenimiento, además de evitar posibles caídas, principalmente de mascotas o niños.
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