Flores

Cómo hacer tu propio ramo de novia

Hacer nuestro propio ramo de novia le dará mucha personalidad a uno de los días más especiales de nuestra vida. Toma nota de estos pasos para llegar al altar con un ramo único.

Hacer tu propio ramo de novia
Pasos para hacer tu propio ramo de novia

El ramo de novia es uno de los elementos más personales de toda novia. Más allá del vestido, este complemento es uno de los más visibles, además de ser muy simbólico. Suele estar creado con unas flores que significan algo para la pareja, esa rosa que en su día fue el primer regalo o las flores favoritas de la madre de la novia, siempre hay algún motivo capaz de provocar emociones en cada uno de los componentes. Hacer nuestro propio ramo de novia nos ayudará a darle todo el amor posible a una pieza clave de la boda.

Pasos para hacer tu propio ramo de novia

  1. El ramo de novia es la pieza más visible después del vestido de la novia que va hacia el altar. Uno de los primeros elementos que hay que tener en cuenta para crear este ramo es el color que queremos darle. Lo ideal es que siga con la misma tonalidad que el vestido y la decoración de la boda. Un poco de blanco, rosa o un rojo, pueden quedar de maravilla.
  2. Con los colores en mente y si no tenemos ninguna flor favorita o con cierto simbolismo. Escogeremos las que más nos gusten. Siempre habrá una que sea la protagonista y sea el eje central de este ramo, la que tenemos en el centro debe tener un tallo fuerte para poder crea consistencia y permitir que el ramo se aguante perfectamente.
  3. Las flores de temporada son una mejor opción. El ramo se realiza al momento o el día antes, las flores deben ser lo más frescas posibles para conseguir que brillen como nunca. La flor secundaria a la principal debe ser un poco más pequeña para no eclipsar a la principal. Dicen los expertos que no debe tener en conjunto el ramo un tamaño superior a los 33 centímetros de largo.
  4. Si vemos que nos pasamos de las medidas, aunque seamos muy altas o nos gusten los ramos grandes, no es necesario que eclipse el vestido, recortaremos las flores. Los tallos los podemos adaptar a nuestras medidas, quitaremos las ramas y las posibles espinas que tengan.
  5. Colocamos en el centro las flores más grades y las protagonistas, vamos disponiendo en los extremos las menos importantes. Los tallos los iremos cruzando para ir formando una base en la que todas las flores se integren a la perfección, sin forzarlos para que no se partan. Rellenaremos los huecos con algo de verde. Cuando esté listo le colocaremos una cinta o un trozo de rafia natural para unir todo el conjunto.

Con esta sencilla tarea habremos creado nuestro propio ramo de novia que estará listo para ser el coprotagonista de la velada. Solo nos faltará decidir en qué manos acabará la noche, siguiendo la tradición de que la persona que lo recibe será la que se case más pronto.

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