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Cómo hacer flexiones diamante

Cómo hacer flexiones diamante
ejercicios abdominales

Aunque no es la primera variante de este entrenamiento que se nos viene a la cabeza, debemos decir que las flexiones diamante son fundamentales para aquellos hombres y mujeres que tienen bien dominadas los ejercicios anteriores a este, y que quieren ir más allá en cuanto a la exigencia.

El problema de las flexiones diamante es justamente que, como no las tenemos tan incorporadas, algunos suelen realizarlas cometiendo errores muy básicos, los mismos que no sólo impiden cualquier desarrollo muscular posible, sino que además les hacen vulnerables a las lesiones.

También conocidas como diamond push ups, lo interesante de esta actividad similar pero diferente a las flexiones de toda la vida es que le añade un poco de dificultad al movimiento, e involucran otros grupos musculares que no inciden en las clásicas, poniéndolos asimismo a trabajar.

¿Cómo hacer flexiones diamante?

El método de ejecución no se aparta demasiado del de las flexiones básicas, aunque hay que cambiar la posición inicial en la que se colocan las manos, como principal medida de precaución. No tan arriba y más hacia los costados, para que te vayas dando una idea, logrando esa forma en suelo que es la que le da su nombre.

Más en detalle, tienes que tumbarte boca abajo o en posición de cúbito ventral, apoyando las puntas de los pies en el suelo, juntas y prácticamente tocándose, y bajando tu pecho con las manos puestas como si formaras un diamante o un triángulo, uniendo los pulgares y las puntas de los índices. Asegúrate de estar apoyando completamente la palma de las manos en el suelo.

Acto seguido, eleva el tronco del cuerpo, manteniendo la cadera alineada con la espalda, igual que en las flexiones tradicionales. Revisa que los hombros y la cabeza continúen esta misma línea. Obtenida la posición inicial de tabla, flexiona los brazos para poder descender y ascender.

El resto del procedimiento probablemente te resultará familiar, porque tienes que repetir el ejercicio cuantas veces puedas, unas entre 10 y 15 veces para notar su efecto en el cuerpo, completando la cantidad de series que consideres oportuno, o bien sumando peso encima de la espalda para complicarlo pero sin tantas repeticiones.

Lo más importante es que veas todo el tiempo si el cuerpo está alineado en la ejecución de cada flexión, sobre todo al concluir las primeras tres o cuatro, que no te demandan tanto esfuerzo, centrándote en las siguientes en no desestabilizarte ni inclinarte para no sufrir una lesión.

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