El descubrimiento del siglo: hallan en Egipto la tumba de un faraón, algo inédito desde hace 100 años
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Los faraones fueron los monarcas más importantes del Antiguo Egipto, una civilización que sigue fascinando al mundo. Estos reyes poseían una naturaleza dual, humana y divina, lo que les otorgaba un poder absoluto.
Entre los más conocidos se encuentran Tutankamón, Ramsés II, Akenatón y Cleopatra, cada uno con su propia historia. Sin embargo, recientemente, Tutmosis II es el que ha llamado la atención de todo el mundo, pues arqueólogos han descubierto algo que se creia casi imposible: su tumba.
Aunque la momia de Tutmosis II fue descubierta en el siglo XIX en Deir el-Bahari, su tumba permaneció perdida hasta ahora. Fue localizada en la zona occidental de Luxor, a sólo 2,4 kilómetros del Valle de los Reyes, y su autenticidad ha sido confirmada por el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, en colaboración con la New Kingdom Research Foundation.
Este hecho marca el primer hallazgo de una tumba real en más de un siglo, ya que la última tumba descubierta fue la de Tutankamón en 1922.
La importancia del hallazgo de la tumba de Tutmosis II
Aunque el reinado de Tutmosis II fue relativamente corto, su época fue crucial en la consolidación del poder egipcio en la región. Durante su gobierno, Egipto enfrentó desafíos militares, como las campañas en Nubia y el Levante, que ayudaron a asegurar la estabilidad del Imperio Nuevo.
Sin embargo, el mayor legado de Tutmosis II fue su vinculación con la futura figura política más influyente del Egipto antiguo: Hatshepsut, quien no sólo fue su esposa, sino que, tras su muerte, asumió el poder como faraona.
Los arqueólogos habían intentado localizar su tumba durante años, pero fue en 2022 cuando finalmente detectaron su entrada en la zona conocida como «Tumba C4», inicialmente pensada para ser el sepulcro de una esposa de Tutmosis III. La excavación y los fragmentos de alabastro confirmaron que pertenecía a Tutmosis II.
Un aspecto fascinante de este hallazgo es que las inscripciones revelaron la participación activa de Hatshepsut en la supervisión de los rituales funerarios. Su rol como figura política se ve reforzado por su implicación en la construcción de la tumba.
El diseño de la tumba de Tutmosis II es más sencillo que el de faraones posteriores, con un pasillo revestido de yeso blanco que lleva a una cámara funeraria ubicada 1,4 metros por debajo del nivel del corredor.
Este tipo de estructura parece haber influido en los enterramientos posteriores en el Valle de los Reyes. Además, se han encontrado fragmentos de inscripciones en los muros, lo que añade detalles sobre los rituales funerarios de la época.
Desafíos en la conservación de la tumba de Tutmosis II
La tumba de Tutmosis II se encuentra en mal estado debido a las inundaciones que la devastaron poco después de su entierro. Los daños en la estructura y la pérdida de objetos funerarios siguen siendo un misterio. No obstante, entre los fragmentos recuperados se han encontrado piezas del «Libro del Amduat», un texto clave en los rituales funerarios egipcios.
A pesar de las dificultades, los arqueólogos siguen trabajando en la restauración de la tumba y en nuevas excavaciones. Se espera que los futuros hallazgos arrojen más información sobre el reinado de Tutmosis II y su relación con Hatshepsut.