¿Cuáles eran las mascotas preferidas en el Antiguo Egipto?
Sentían un particular afecto hacía las mascotas que tenían
Heródoto de Halicarnaso, historiador y geógrafo griego, tuvo la oportunidad de conocer el Antiguo Egipto durante varios viajes que realizó en el siglo V a.C.. Durante estos viajes y al entrar en contacto con faraones y con la población egipcia de la época, destacó que la presencia de «los animales de compañía era abundante».
En estos escritos que dejó el historiador daba buena cuenta de la desolación que un habitante egipcio sentía cuando una de sus queridas mascotas pasaba a mejor vida. Algunos se depilaban las cejas como homenaje, y otros, se afeitaban la cabeza y el cuerpo entero cuando el que fallecía era un perro.
Mascotas favoritas del Antiguo Egipto
Habitualmente en muchas representaciones gráficas de la época, sobre todo las que datan del Imperio Antiguo (2686-2173 a.C.) la población egipcia aparecía habitualmente acompañada por alguna de sus mascotas y animales de compañía. Cuando morían, eran momificados junto a sus amos, como parte de la familia.
Se les atribuía un poder mágico y sobrenatural, además de cumplir una misión religiosa en el mundo egipcio. En muchas ocasiones se labraban y realizaban esculturas en honor a estas mascotas que, tal y como escribió Heródoto de Halicarnaso, eran muy habituales entre las familias del Antiguo Egipto.
Los animales favoritos de los egipcios eran básicamente tres: el perro, el gato y el mono.
El perro ya se había convertido en el mejor amigo del hombre desde el inicio de los tiempos. No era difícil domesticarlo y a cambio recibían una compañía y un fiel aliado en cada hogar.
Existían varias razas y tipos de perros que eran representados por los egipcios junto a las tumbas de sus amos una vez fallecidos. Además, era muy habitual que los perros apareciesen en pasajes de caza junto a sus amos, ya que servían para cazar animales salvajes en el desierto.
Al igual que en la actualidad, el perro era un animal totalmente domesticado en la vida de los egipcios. Entraba en casa, y caminaba con libertad entre los humanos que le guardaban un enorme respeto.
Las otras mascotas
Más exóticas resultaban los otros dos tipos de mascotas que encontramos en el Antiguo Egipto. Durante el Imperio Nuevo (2040 a.C.) fueron domesticados los conocidos como miu, gatos que servían para librar las cosechas y las casas de roedores y serpientes, por lo que rápidamente se ganaron la admiración de la población egipcia.
Los monos ya estaban representados en el Imperio Antiguo, al igual que los babuinos, que se criaban habitualmente como animales domésticos. Su aportación era decorativa en la casa y se representaban habitualmente llenos de joyas y atados con cuerdas a sus dueños.
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