Un soltero de ‘First Dates’, sobre su trabajo como masajista: «Cuando surge química, hay final feliz»
Su cita se quedó descolocada


First Dates, poco a poco y con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los programas de televisión que más éxito continúa cosechando en Cuatro. Esto no es producto de la casualidad, puesto que cuenta con un excepcional equipo. Así pues, cada vez son más los solteros que se animan a visitar el restaurante más famoso de la televisión en busca de su media naranja. El pasado jueves 19 de junio, los espectadores pudieron disfrutar de una nueva entrega de First Dates en Cuatro. De esta manera tan concreta, pudimos conocer a Gabriel, un masajista y entrenador personal de 36 años que, aunque era gallego, llevaba un tiempo residiendo en Ibiza. «El secreto para estos bíceps son más de 15 años de entretenimiento, cero alcohol, cero drogas, cero salir de fiesta… Priorizar el cuidado general del cuerpo, la alimentación y el descanso», explicó ante las cámaras del equipo de First Dates.
Su cita para esa noche era Olga, una creadora de contenido para adultos de 33 años que llegaba desde Mallorca. La primera impresión de los solteros fue bastante positiva: «Está fuerte», alcanzó a comentar ella. Poco después, Carlos Sobera les invitó a sentarse en la mesa que tenían reservada para disfrutar de la velada y poder conocerse un poco más. La mallorquina no tardó en comentar a su cita a qué se dedicaba: «La vida me va bien, estoy en un momento bueno. Soy creadora de contenido para adultos para una plataforma». Una faceta que gustó muchísimo al soltero. Tanto es así que no dudó un solo segundo en hacer la siguiente confesión a Olga: «Yo trabajé con una chica durante dos años creando contenido para adultos. Yo valoro mucho tu profesión. Es un sector que me gusta mucho y me llama la atención. Sería para mí el trabajo ideal».
«Quiero trabajar mi calidad de vida y una buena opción sería volver a crear contenido», expresó el gallego afincado en Ibiza. Poco a poco, los dos comenzaron a sentir más confianza en el otro. Hasta tal punto que Gabriel comenzó a sincerarse como nunca sobre su vida: «He hecho de todo. He trabajado en seguridad para discotecas de Ibiza, he escrito dos libros, soy entrenador personal y masajista a domicilio».
Lejos de que todo quede ahí, quiso centrarse en este último trabajo: «Doy masajes a gente bastante potente. Ha habido ocasiones que, durante el servicio, ha surgido una cierta química o conexión con la mujer en cuestión y ha habido final feliz», explicó. Una confesión que, desde luego, no dejó indiferente a nadie.
Al ser conscientes de la química que podía haber entre ellos, el equipo de First Dates les invitó a pasar al reservado en busca de intimidad. Fue entonces cuando Gabriel aprovechó para dar un masaje en la espalda a Olga. A pesar de los esfuerzos del gallego, lo cierto es que ella no quiso tener una segunda cita con él: «Tengo que mirar por mí. Me muevo en un mundo en el que la gente solo quiere follar conmigo. Yo estoy aquí para encontrar amor».
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