Una concursante de ‘Gran Hermano’ genera conflicto por su fagofobia: «Es una necesidad»
"Para mí no es un capricho, es una necesidad", alegó la concursante
El pasado martes 8 de octubre pudimos disfrutar de una nueva gala de Gran Hermano: Límite 48 horas presentada por Jorge Javier Vázquez. De esta forma, los espectadores de la decimonovena edición del reality pudieron ponerse al día de los numerosos conflictos que se están desarrollando en la casa más famosa de Guadalix de la Sierra. Uno de los más sonados tiene una estrecha relación con Vanessa. No es ningún secreto que los concursantes de Gran Hermano tienen un presupuesto semanal limitado para hacer la compra. Según la apreciación de Maica, la gallega hace más uso de ese presupuesto que el resto de compañeros debido a la fagofobia que padece, es decir, el miedo irracional a comer o a ahogarse con algún alimento. Por lo tanto, creen que el reparto tendría que ser mucho más equitativo y justo. Es por eso que la murciana quiso plantear este asunto con el resto de compañeros.
Y todo para llegar a una conclusión que beneficie a todos. Pero nada salió como esperaba ni mucho menos, ya que la tensión fue aumentando por momentos. Todo comenzó cuando Maica quiso a hacer balance de la situación: «Tenemos que comprarle todo a Vanessa. Los patés, los purés…». Por lo tanto, tienen que comprar productos algo más caros de lo habitual, como es el caso de una crema de Lotus que les ha costado nada más y nada menos que 4 euros. Una cifra que, teniendo en cuenta el presupuesto limitado que tienen, supone un gran gasto. Es más, Luis comentó con Nerea que habían tenido que coger una crema de cacao también para la gallega: «Al final han sido cuarenta y pico pavos solo para ella». Algo que ha provocado que varios de los concursantes estallasen puesto que, por Vanessa, esta semana se han quedado sin «caprichos» mientras que ella ha tenido varios.
Lejos de que todo quede ahí, Vanessa y Laura protagonizaron un enfrentamiento precisamente por este asunto. La gallega trataba de justificarse, alegando que había productos que no podía comerlos, por lo que sustituyéndolos por otros era la única manera de poder ingerirlos. La andaluza fue clara al respecto: «Pero no una de galleta y una de chocolate». La conversación iba aumentando el tono, hasta tal punto que Laura se mostró contundente: «A mí no me grites», por lo que la mujer de Javi respondió: «Tú a mí tampoco».
En el salón de la casa más famosa de Guadalix de la Sierra tuvo lugar una reunión en la que participaron todos los concursantes. En ella, Maica incidió en que Vanessa solamente podía comer purés y pocas cosas más: «Lo que ella necesite para su alimentación. Unos 50 euros menos del presupuesto, de los que destinábamos para caprichos individuales». No tardaron en llegar numerosos ataques por haberse gastado parte del presupuesto en los «caprichos» de la gallega.
Laura volvió a aprovechar la ocasión para volver a expresar lo que opinaba al respecto: «Encima también quieres tu cacao aparte y tu crema de cacao aparte», alegando que ninguno del resto podía utilizar esa comida, solamente Vanessa. Algo que la andaluza creía que era injusto. Ruvens, por su parte, fue mucho más allá: «¡Que te has petado el presupuesto! Hay que decir un poquito hasta aquí, por compañerismo». Ella trató de defenderse: «No puedo comer alimentos sólidos. Para mí no es un capricho, es una necesidad porque no puedo comer de otra manera los alimentos».
Javi no tardó en pronunciarse para defender a su mujer, alegando que «con la salud de una persona no se juega». Es más, quiso ser mucho más claro al respecto: «Ella no come carne, ella no come pasta, ella no come nada. ¡Tened un poco de corazón! ¡Demostrad eso que tanto decís que tenéis!». Poco después, en el confesionario, el marido de Vanessa se sinceró con el Súper: «Se trata de humanidad… Me duele el corazón de ver que se trata así a una persona».
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