‘First Dates’: Esther confiesa que su hija quiere “que se eche novio y se vaya de casa”

Un programa más de ‘First Dates’ en el sus comensales entran por las puertas del restaurante más famoso de Cuatro dispuestos a encontrar a su media naranja. Sin complejos y a por todas, llegó Pablo, deseando encontrar a una mujer con la que compartir su vida y tener un hijo en común: «Me estoy planteando muy seriamente adoptar». El barman, Matías Roure, fue el encargado de recibir al profesor de informática: «Tengo 49 años, aunque no los aparento. Fuera complejos, que no tengo pelo, algo de tripilla… me da igual, sé lo que valgo».

«He tenido tres relaciones, pero me pillaron en una época de mi vida en la que era más pirata. Era un escapista, el Gran Houdini, a mi lado, un mindundi, no era nadie, pero eso ya ha pasado», admitió el toledano en su presentación. Eso sí, quiso dejar claro que acudió al programa porque «me cansé de guarrear, no quería tener relaciones esporádicas de dos semanas o un mes. Quiero creer que cuando llegue esa persona, al ver su cara, sabré que es ella. No me voy a rendir». Siendo Esther su cita de la noche.

La madrileña reconoció nada más llegar en su presentación que «mi hija me dice que a ver si me echo un novio y me voy de casa». Palabras a las que entre risas añadió: «claro que me casaré, de blanco y por la iglesia». Esther no ocultó su ilusión al ser recibida por Roure, y al ver a Pablo, admitió que «no me importa que sea calvo. Tuve una relación con una persona rapada, que a ellos no les gusta que les llamen calvos, y fenomenal». Esther y Pablo pasaron a la mesa para cenar para conocerse mejor y encontrar algunos puntos en común con los que vislumbrar un futuro juntos como pareja. Sin embargo, y por cosas del destino, el amor no estaba para ambos en ‘First Dates’. «Quiere ser padre y yo casi voy a ser abuela ¡Ni de coña!», explicaba la comercial.

«No tendría una segunda cita con Pablo como pareja porque creo que necesitas algo diferente, una persona que te pueda dar un niño y yo no estoy en esa onda ahora», confesaba la madrileña. Por su parte, Pablo comentó que: «me he reído, he estado muy a gusto y ha sido muy agradable todo, pero no volvería a quedar porque no he sentido ese flechazo necesario y estamos en diferentes puntos de vida». Por esta vez, Cupido tendrá que esperar.