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‘First Dates’: Un comensal tiene a VOX como referencia para continuar con su cita

Joaquín dejó claro desde el primer momento sus lineas rojas

‘First Dates’: Un comensal tiene a VOX como referencia para continuar con su cita
'First Dates'

‘First Dates’ sigue cautivando a la audiencia gracias a las citas a ciegas entre comensales que no se conocen entre sí. Estas citas pueden ser un auténtico éxito o por el contrario un auténtico fracaso, pero sin duda nunca dejan indiferente a nadie como es el caso de la cita entre Julia y Joaquín.

Joaquín, un catedrático de informática  valenciano, llegó al restaurante de Carlos Sobera dispuesto a encontrar el amor con una clara línea roja que sorprendió a cita. 

Julia, una binguera valenciana, fue la candidata escogida por el programa  para Joaquín, con quien protagonizó una de las citas a ciegas más destacadas de la entrega del pasado 12 de noviembre. 

Durante la velada uno de los principales temas que salió a relucir fue el de la política, el catedrático afirmó: «Si fueras votante de Vox o del PP, la cosa entre nosotros estaría muy difícil”, dejando claro sería su línea roja. 

La vendedora de cartones de bingo sorprendida le confesó a su Joaquín que pensaba que era de derechas por su vestimenta, estilo y trabajo añadiendo: «Estoy bastante desengañada con todo el ámbito de la política española. Tanto de izquierdas, como de derechas”.

Otro de los temas más polémicos abordados durante la cena por los valencianos fue el de la religión. Joaquín afirmó que no hay nada que más le disguste que acudir a misa, mientras que Julia, que se confesó católica no practicante, le manifestó que eso no tenía porqué ser un problema: «Me puede gustar ir a misa los domingos y a ti dar una vuelta por un parque temático de animales, y no pasa nada. Hay que ser un poco más tolerante».

Siempre se ha dicho popularmente que no es buena idea hablar de política, religión o sexo en las primeras citas y prueba de ello fue la velada entre Julia y Joaquín que acabó siendo un desastre. 

 La binguera mostró su hartazgo desahogándose con las camareras en uno de los escudos del restaurante afirmando: “Qué tostón. Es yo, yo, yo y yo. Le hecho mil preguntas y él solo me ha preguntado si soy de Vox y si voy a misa”.
Cuando la camarera trajo la cuenta de la cena, el catedrático informático manifestó su voluntad de pagar a medias, algo que no gustó en absoluto a la binguera que terminó declinando una posible segunda cita con el valenciano por . 

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