El día que Pablo Motos fue protagonista de ‘Hermano Mayor’

Aunque ahora es la gran estrella de Antena 3, hubo un tiempo en el que Pablo Motos era el presentador más conocido de Cuatro. Muchos ya no lo recordarán, pero El Hormiguero comenzó siendo un programa en Cuatro, lo que le hizo pasar por otros espacios de la cadena como Hermano Mayor, el mítico espacio de Pedro García Aguado.

Sus primeros pasos en televisión los dio en la cadena roja en el año 2006, después de triunfar en la radio. Desde aquel momento comenzó una carrera imparable hasta la actualidad, donde consigue que su espacio sea el más visto de toda la televisión la mayor parte de los días y que sus opiniones provoquen todo tipo de reacciones.

 

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Pero antes incluso de comenzar a trabajar con locutor de radio o como guionista en El club de la comedia, la vida del valenciano era muy distinta. En su Requena natal tuvo una adolescencia muy complicada debido a que estaba rodeado de malas compañías.

Motos no oculta que durante una de las épocas más oscuras de su vida cometió atracos, pero su vida cambió por completo cuando uno de sus amigos murió de forma repentina en plena persecución tras cometer un robo en una casa. Pocos días después, otro entró en prisión, eso le hizo cambiar por completo.

Estos dos sucesos, unidos a un profesor de su instituto que apostó por él pese a que era un mal estudiante, le hicieron cambiar de vida. La música y la radio se cruzaron en su camino y le hicieron centrarse en crecer como profesional de los medios de comunicación.

Hay que remontarse hasta el año 2011 para ver esta intervención de Pablo Motos en Hermano Mayor -de la que es muy complicado encontrar vídeos en la red después de que Mediaset los borrase-. Pedro García Aguado recurrió a su ayuda para que hablase con Sergio, un chico de solo 20 años que no tenía ningún problema en reconocer que trataba mal a sus más cercanos.

Tras la muerte de su padre su comportamiento se volvió mucho peor, llegando incluso a que su madre le tuviera que denunciar en varias ocasiones. Su última oportunidad fue con el programa de Cuatro, de lo contrario, no le dejarían volver a casa.

«Un hombre de verdad no puede ser malo con su gente», fue una de las frases más llamativas que le dijo en su charla para hacerle entender que no podía tratar más a su madre o a su padrastro. «Un valiente de verdad es un tío que se sabe callar», fue el otro consejo que le dio para tratar de calmar su temperamento. Tras esta charla con Hermano Mayor, Pablo dejó claro que se iba con buenas sensaciones: «Yo te veo mirada de bueno. Ahí dentro hay una buena persona».