Finca Río Negro: la revolución silenciosa de un Vino de Pago

En la tierra de Cogolludo, Sierra norte de Guadalajara, a más de 1000 metros de altura sobre el nivel del mar y desafiando todos los límites del cultivo, donde la historia del vino se entrelaza con la memoria del tiempo, nace Finca Río Negro. Esta bodega, concebida desde su origen como un homenaje al terruño y a la tradición, ha llegado a alcanzar la más alta distinción en España: el reconocimiento de Vino de Pago. Logro que no sólo certifica su singularidad, sino que también consagra la visión de la familia Fuentes, sus fundadores, como guardianes de un viñedo único y excepcional.
Hace más de 25 años, José Manuel Fuentes junto a su familia se aventuraron emprendiendo un proyecto ante un camino incierto, pero con la convicción de que aquella tierra olvidada guardaba un gran tesoro, dado que en Cogolludo se han llegado a servir vinos durante siglos hasta la mismísima corte. En un entorno ajeno a cualquier otra denominación de origen, en lo alto de la Sierra de Guadalajara, se dedicaron a plantar sus primeras hectáreas de viñedo con propósito muy claro, extraer la mejor expresión de un terroir único. A pesar de su desafío, descifraron el lenguaje del suelo y el clima.
Su trabajo se basó en la paciencia, sin ninguna prisa. Cada cepa fue interpretada con mucho respeto, cada decisión fue tomada con el propósito de preservar la esencia del entorno. Afortunadamente, las uvas cumplieron con sus expectativas, lo que se inició como un acto de audacia, hoy le ha llevado a convertirse en un referente de calidad a lo más alto del podium a nivel internacional. «Nos dijeron que estábamos locos cuando decidimos apostar por este viñedo, y hoy ver Guadalajara vinculada a un vino de reconocimiento internacional, nos llena de orgullo», reflexiona José María Fuentes, fundador de Finca Río Negro.
El reconocimiento como Vino de Pago no es sólo una simple etiqueta, sino la confirmación que los vinos de Finca Río Negro son el resultado de un trabajo duro en un lugar tan especial como irrepetible. En toda España, sólo 26 bodegas han llegado a alcanzar este honor, y Finca Río Negro está entre ellas. Este rincón con altitud que roza el cielo, suelos complejos como intrigantes, de microclima caprichoso que juega a su favor, este coctel natural dota de a sus vinos de una personalidad inconfundible y los eleva a lo más alto convirtiéndole en lo más top que representa la marca nacional.
Cada botella es una narración propia, historias contadas a través del paladar con pureza absoluta sorbo a sorbo. La filosofía es clara: «No imponernos sobre la naturaleza, sino que la naturaleza hable a través del vino», explican en la bodega. En 2010, la primera añada de Finca Río Negro 2007 vio la luz, y automáticamente recibe 92 puntos en la prestigiosa Guía Peñín. Desde entonces la bodega ha ido ampliando su gama de vinos. Hoy en día su viñedo se ha expandido a 44 hectáreas, cuentan con 35 variedades tintas y nueve blancas; entre ellas las más reconocidas son: Finca Río Negro 5º Año, el más exclusivo; 992, cuyo nombre hace referencias a la altitud; Gewurztraminer, blanco que ha conquistado a los más exigentes, y Cerro del Lobo, de producción limitada que representa a la máxima expresión de Finca Río Negro.
Esta casa exporta sus vinos a 18 países y sigue sumando puntuaciones en las principales guías nacionales e internacionales. Sin embargo, más allá de los reconocimientos, lo que le define a esta bodega es su compromiso inquebrantable con la máxima calidad y respeto a la tierra. La Familia Fuentes, con José Manuel al frente junto a sus hijos Víctor y Fernando, siguen mirando con la misma pasión que los llevó a plantar esas primeras hectáreas. El reconocimiento como Vino de Pago es un compromiso a seguir ofreciendo lo mejor de esas tierras. La naturaleza no es sólo un escenario, sino la protagonista de una historia que se bebe con calma. El vino y la tierra hablan un mismo lenguaje: el de la paciencia, el esfuerzo y la gratitud. En Finca Río Negro, cada copa se convierte en un susurro a la tierra, un brindis al tiempo y la pasión hecha vino. La excelencia tiene su recompensa. ¡Enhorabuena, queridos amigos de Finca Río Negro!
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