El emotivo mensaje de Eriksen: «No me rindo, pero quiero entender qué me pasó»
Christian Eriksen, que sigue ingresado tras sufrir un colapso el pasado sábado durante el Dinamarca-Finlandia de la Eurocopa, ha querido mandar desde el hospital un mensaje de agradecimiento por los ánimos recibidos y de calma sobre su estado de salud: «Estoy bien y no me rindo, pero quiero entender todo lo que me pasó».
Corría el minuto 42 del Dinamarca-Finlandia de la Eurocopa cuando Eriksen cayó desplomado sobre el césped. El mundo contuvo la respiración. El capitán corría hacia la banda para controlar una pelota sin rivales cerca. Entonces Eriksen cayó fulminado sobre el césped al sufrir un colapso. La rápida actuación de los médicos fue crucial para salvarle le vida.
Durante más de quince minutos Eriksen recibió asistencia en el césped por los servicios de emergencia. Los médicos trataban de reanimarle con todos los jugadores de Dinamarca blindando la escena mientras las cámaras de la UEFA se recreaban en exceso repitiendo una y otra vez las imágenes de su desvanecimiento.
Fueron 20 minutos eternos de incertidumbre. Mucha gente se temió lo peor con Eriksen. Los jugadores de Dinamarca asistían entre lágrimas a la escena de los médicos haciendo masaje cardiaco a su capitán hasta que lo estabilizaron para que pudiera ser trasladado a un hospital.
«De repente su corazón dejó de latir»
Además de agradecer las muestras de apoyo recibidas de todas las partes del mundo, Eriksen no se olvidó del trabajo de los médicos, los verdaderos héroes que le salvaron la vida, y también tuvo bonitas palabras para el Inter, su actual club, por estar a su lado en todo momento. «Quiero dar las gracias a todo el mundo por lo que han hecho por mí. La familia del Inter ha estado muy cerca mía y eso me emocionó», dijo el jugador danés en un mensaje que publica este lunes La Gazzetta dello Sport.
El día después del colapso de Eriksen sobre el césped, el médico de Dinamarca contaba de esta forma lo que había vivido en primera persona: «Cuando llegamos a él estaba de lado: respiraba y le sentí el pulso. Pero de repente no hubo más latidos y, como todo el mundo pudo ver, comenzamos el masaje cardíaco. La ayuda vino muy, muy rápido del personal médico y con su colaboración pudimos hacer lo que teníamos que hacer. Hemos comenzado a intervenir para mantenerlo con vida. Por suerte se aferró a la vida».