Zapatero recomienda a Sánchez que no escuche ni a González ni a Guerra
Las declaraciones del ex presidente Felipe González y su número 2, el ex vicepresidente Alfonso Guerra, la semana pasada siguen trayendo cola y provocando sarpullidos en el PSOE y, especialmente, en el Gobierno de Pedro Sánchez. Nada menos que otro ex presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, recomienda al actual líder socialista que no escuche ni a uno ni a otro y no atienda los consejos de las dos vacas sagradas por excelencia del socialismo.
El argumento del ex presidente del Gobierno es que «el poder se ejerce generacionalmente» y que, en política, «cada tiempo tiene su afán». Por eso, cree que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, haría bien en desoír las críticas de Felipe González y Alfonso Guerra. Pero no dice nada de las suyas ahora que se supone que él también pertenece a otra generación de dirigentes del PSOE.
Zapatero ha salido en defensa de Pedro Sánchez en una entrevista en ‘La hora de la 1’ para contrarrestar tanto las críticas de González y Guerra como las de barones territoriales como Javier Lambán, Guillermo Fernández Vara o Emiliano García-Page, que también han levantado la voz contra el pacto con los proetarras de Bildu para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado y la Ley Celaá.
Zapatero se ha explicado así: «Lo que ha sido la característica común de cada generación y que inculcaron quienes hicieron la recuperación del PSOE como González y Guerra fue tener la máxima capacidad y el apoyo y la lealtad al gobierno de su partido. A mí me inculcaron eso y lo voy a hacer siempre».
El ex presidente ha asegurado que se siente «orgulloso» del Ejecutivo que lideró González, por supuesto del que él mismo presidió y como no puede ser de otra manera del actual que preside Sánchez. Una de cal y otra de arena para, a continuación, darle un tirón de orejas a sus antecesores: «Siempre respetaré las declaraciones de todo el mundo, tengan más o menos fundamento. No es mi estilo y debo decir: la mayoría de militantes de nuestro partido quieren que los dirigentes que tengamos responsabilidades apoyen al gobierno».
En referencia a sí mismo, Zapatero ha asegurado que cuando se es inquilino de La Moncloa, se «desoye bastante» las críticas. Cuando «se está en la tarea de Gobierno …Si eres presidente sabes lo que quieres hacer: el ruido no confunde». En su opinión, el Ejecutivo de coalición «tiene muy claro» su objetivo.
Zapatero no ha querido responder a la pregunta de si las voces críticas del partido son una muestra de deslealtad, y se ha limitado a proclamar su propia lealtad por el «afán de que el país mejore y que los valores progresistas avancen».
«Esta es la forma en que consolidamos de la mejor manera una visión pedagógica democrática y a nuestro partido», ha añadido Zapatero, porque en su opinión ahora «corresponde» a una «nueva generación» liderar al PSOE.
En su defensa de Sánchez, Zapatero dice que la misión de los militantes históricos es portarse «con otros» como lo hicieron «contigo». Dice respetar la «libertad» de los ex dirigentes, pero ha llegado a afirmar que a él le costaba incluso criticar al Ejecutivo de Mariano Rajoy. «Es una impronta que te queda si has sido presidente, pero si encima es de tu partido…»
En cuanto a Bildu, Zapatero cree que «el votante socialista» en su mayoría sabe que el apoyo de Bildu a los Presupuestos Generales del Estado es un ejemplo de la «generosidad» de la democracia.
«Hace diez años un gobierno modestamente presidido por mí logró el afán y el objetivo más importante, que era el fin de la violencia. De manera limpia. Sin pagar ningún precio político y sin hacer ninguna concesión».
Según el ex presidente, el ofrecimiento a la banda terrorista fue el de dejar la «violencia» para participar en el juego democrático. «Y en la participación nunca se les dijo: pueden participar, pero no votar los Presupuestos», ha sentenciado.
El papel del Ejército
Por otra parte, José Luis Rodríguez Zapatero se ha referido de manera muy crítica a la carta que más de 70 mandos retirados del Ejército han enviado al Rey Felipe VI para alertarle del riesgo que supone el Gobierno «socialcomunista» para la «cohesión nacional». Otra cuestión en la que sale a relucir el apoyo de los «filoetarras e independentistas», según refleja la misiva de los militares al Monarca.
«Es una carta que merece mi reproche», ha dicho Zapatero, porque quien «ha ejercido la función militar debe tener prudencia a la hora de pronunciarse» con respecto a estos temas.
Zapatero ha recordado que como presidente tuvo problemas con el Ejército a cuenta del Estatut de Cataluña. En concreto, cuando el teniente general del Ejército de Tierra, José Mena Aguado, «lanzó» en la Pascua Militar de 2006 su polémico «discurso» sobre esta cuestión.
Zapatero también ha rememorado la manifestación de 50.000 personas en su contra diciendo que «se había vendido Navarra a ETA». «Y ya nadie se acuerda de aquello, ¿nadie va a pedir responsabilidades? Porque era muy grave», ha concluido.