Yolanda Díaz se planta ante Sánchez: se cita con sus socios con el Gobierno pendiente de un hilo

Yolanda Díaz con el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Ferran Bel.
Yolanda Díaz con el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Ferran Bel.
Joan Guirado

Aviso de Yolanda Díaz a Pedro Sánchez. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social se ha reunido este miércoles con los portavoces de los distintos partidos minoritarios que apoyan a la coalición socialcomunista, sin comunicarlo a Moncloa, para conocer su opinión del rumbo del Ejecutivo y sobre los principales retos que tiene el país. Unos encuentros que el nuevo ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tiene previsto repetir en septiembre.

Los encuentros, que se han producido a lo largo de distintos días, se han celebrado en el despacho que la vicepresidenta tiene en la sede del Ministerio de Trabajo. Algo que, sin duda alguna, evidencia que se ha citado con los grupos parlamentarios como miembro del Gobierno y no como líder de Unidas Podemos, aunque no tiene cargo orgánico en la formación morada.

Aunque Yolanda Díaz se citó con los representantes de los partidos que dan estabilidad al Ejecutivo de Pedro Sánchez la semana pasada, según ha podido saber OKDIARIO, en su agenda oficial de este miércoles no aparecía ni la cita con la bilduetarra Mertxe Aizpurua, ni con el separatista Ferran Bel ni con ningún otro diputado en el Congreso.

El «menosprecio» al que a menudo el PSOE somete a sus socios de coalición, según fuentes moradas, obliga a los ministros podemitas a marcar perfil propio para que no les «pisen». Es por eso que Díaz se ha querido fotografiar con los grupos parlamentarios que son imprescindibles para acabar la legislatura. A buen entendedor…

Y es que la relación entre el PSOE y Podemos no pasa por su mejor momento. La ley de vivienda que se comprometieron a sacar adelante antes del verano sigue encallada y, por ahora, sin visos de que se produzca algún avance significativo. Tampoco hay avances en el acuerdo para derogar la reforma laboral, la subida del salario mínimo –Calviño ha dado largas hasta septiembre y con condiciones– o la subida de impuestos. Y los podemitas empiezan a desesperarse.

La falta de avances en la ley que debe regular el mercado de la vivienda, la derogación total de la reforma laboral que se niega a llevar a cabo Nadia Calviño, la subida de impuestos en el marco de las cuentas de este año o el aumento del salario mínimo, ponen a la coalición en uno de los momentos más tensos desde que se formó el Gobierno.

Con la negociación de los Presupuestos Generales del Estado a la vuelta de la esquina, cuyas primeras reuniones ya se han celebrado esta semana entre la ministra María Jesús Montero y el secretario de Estado de Derechos Sociales y gurú económico de Podemos Nacho Álvarez, Unidas Podemos quiere hacer valer su posición. También la buena relación que mantiene con los partidos minoritarios separatistas -relación que no tienen con el PSOE-. Todo para demostrar a Sánchez que ese supuesto ninguneo que denuncian le puede salir muy caro si, antes de septiembre, no se aviene a negociar grandes reformas en materia laboral y fiscal.

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