Yolanda Díaz y Errejón de colegueo en el Congreso cuando Sumar ya le investigaba por agresión sexual

Las sospechas de comportamientos machistas y acoso sexual de Íñigo Errejón eran vox populi en Sumar desde hacía meses, pero no fue hasta este lunes, tras una denuncia anónima en las redes sociales, cuando el partido decidió tomar medidas.

«Después de que este lunes se conociera la acusación publicada contra Íñigo Errejón, el órgano de dirección de Más Madrid se reunió para valorar la situación y la responsabilidad política que tenía como organización. Más Madrid se puso en contacto con el propio Errejón, que confirmó los hechos, por lo que se tomó la decisión de pedirle a Sumar que exigiera el acta a Errejón», afirmó la formación, tras estallar el escándalo.

Complicidad

Pese a conocer esa denuncia, y la supuesta investigación interna, Yolanda Díaz mostró su complicidad con el ex diputado este mismo martes, en el Congreso. Tras concluir el Pleno, se vio a ambos charlar animadamente. La vicepresidenta incluso se acercó al escaño de Errejón para conversar con él, entre risas. Ambos se mostraron distendidos. Un comportamiento que choca con el hecho de que, por entonces, el partido ya conocía la denuncia contra el diputado y, según su versión, investigaba los hechos.

Según la cronología conocida, la dirección de Más Madrid tuvo conocimiento de los hechos el lunes y ese mismo día se reunió para valorar los pasos a seguir y las posibles «responsabilidades políticas» del partido. Para ello, se preguntó al político.

Desde Sumar y Más Madrid aseguran que el ya ex portavoz parlamentario reconoció entonces que había sido protagonista de algunos «hechos moralmente reprobables» y se le reclamó el acta de diputado.

En concreto, en esa denuncia en redes, la mujer narró episodios de violencia machista por parte de «un político que vive en Madrid» y «muy conocido», sin hacer referencia a Errejón. «Es un maltratador psicológico, un verdadero psicópata, un monstruo», añadía en el mensaje, señalando que «su forma de tener sexo marca y no se olvida jamás». «Una forma de ejercer poder (…) Te pide hacer prácticas humillantes y cuando te niegas te monta números», se recoge en esta denuncia. Este jueves, Errejón dejaba todos los cargos en la política.

No fue hasta conocido el escándalo, cuando Yolanda Díaz escribió en sus redes: «Esta semana, Sumar ha iniciado un proceso para recabar información sobre los testimonios surgidos en redes sobre Iñigo Errejón. Como resultado del proceso, hoy deja todos sus cargos. Nuestro compromiso contra el machismo y por una sociedad feminista es firme y sin excepciones».

Primera denuncia

Este viernes, la actriz Elisa Mouliáa ha presentado la primera denuncia ante la Policía contra el ya ex diputado, por hechos que podrían ser constitutivos de un delito de agresión sexual.

En la denuncia, Mouliáa relata hechos que tuvieron lugar una noche de finales de septiembre de 2021 cuando, después de que llevarán «aproximadamente un año» hablando por redes sociales, el político invitó a la actriz a la presentación de su libro.

Al terminar el evento, se fueron a tomar unas cervezas a un bar cercano y Mouliáa, que ya tenía previsto acudir esa noche a una fiesta en casa de un amigo, le invitó a acompañarla.

Según su versión, en el coche Errejón adoptó «una actitud dominante». Y en el ascensor directamente la habría agarrado «fuertemente» de la cintura y besado «de forma violenta», «dejándola sin respiración». Una vez en la fiesta y, tras bailar y charlar con los otros asistentes, la habría llevado «por la fuerza» a una habitación, donde se habrían producido varios tocamientos «sin el consentimiento» de la actriz.

Mouliáa describe en la denuncia que Errejón la quitó el sujetador, profirió frases «lascivas» del tipo «cómo me pones», acto seguido la empujó sobre la cama, se sacó su miembro y la hizo tocamientos. En ese momento, la actriz se declaró «paralizada» y le dijo a Errejón que «ella quería seguir en la fiesta». El entonces diputado le contestó que «salía de la habitación con la condición de que en 20 minutos ambos tenían que irse a su casa». «Estuvieron un rato más en la fiesta» pero se trasladaron después a la vivienda del político donde, «sin mediar palabra», él habría reanudado los tocamientos. Ella «le comentó que se estaba sintiendo muy incómoda», que lo que estaba ocurriendo le estaba pareciendo «muy violento». Y finalmente le dijo: «Íñigo, sólo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo», culminando ahí el relato plasmado en la denuncia.

Errejón se enfrentaría a un delito de agresión sexual, conforme aparece tipificado en el artículo 178 del Código Penal con la nueva redacción de la Ley del sólo sí es sí.

Este precepto castiga «con la pena de prisión de 1 a 4 años, como responsable de agresión sexual, al que realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento».

En concreto, aclara que «sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona».

También contempla que «si la agresión se hubiera cometido empleando violencia o intimidación o sobre una víctima que tenga anulada por cualquier causa su voluntad, su responsable será castigado con la pena de 1 a 5 años de prisión».