Vecinos de Gran Canaria estallan, graban vídeos y se encaran con inmigrantes ilegales
Una mujer vecina de la zona graba una secuencia con su teléfono móvil en la que llega a grabar chabolas e infraviviendas en las que encuentra cerca de una veintena de inmigrantes ilegales.
La paciencia de los canarios está siendo puesta a prueba en los últimos meses y la de los vecinos de algunas zonas de Gran Canaria con mayor insistencia. Son los vecinos del sur de esta isla los que han decidido dar testimonio de lo que está sucediendo en los alrededores de sus hogares ya que, según ellos, además de sufrir un deterioro social en la zona debido a la masiva llegada de inmigrantes ilegales en los últimos meses en un volumen incapaz de ser absorbido por municipios muy dañados ya por las consecuencias de la pandemia, además de eso, aseguran que sufren la invisibilidad que desde algunos medios de comunicación locales y algunas instituciones se quiere dar al verdadero problema de convivencia que se está gestando en una zona que la inmigración ilegal deprime a marchas forzadas.
Esa técnica del avestruz pretende esconder bajo la alfombra que el mes de enero de 2021 va a acabar, si nadie lo remedia, con la llegada de cerca de 2.000 inmigrantes ilegales más solo a Canarias, y serían ya 10 meses consecutivos de llegadas masivas con lo que la cifra total entre 2020 y 2021 se acerca vertiginosamente a las 25.000 personas llegadas de forma ilegal a las Islas.
Solo esa razón, no el racismo ni la intolerancia, sino el deterioro del entorno y la convivencia está provocando reacciones no deseadas por parte de algunos vecinos de la zona. Una de ellas es la autora de un vídeo al que ha tenido acceso OKDIARIO y en el que durante un solo plano secuencia de varios minutos recorre una zona en ruinas que es en realidad un montón de chabolas e infraviviendas ruinosas en las que se amontonan decenas de inmigrantes ilegales. La vecina, acompañada por un hombre, llega a grabar un antiguo depósito de agua abandonado en torno al que con maderas y otros materiales varias personas se han construido una especie de recurso que carece de cualquier medida sanitaria básica para ser considerado un lugar donde vivir.
Hacinamiento indigno
El problema es que la indignidad con la que se están hacinando algunos inmigrantes ilegales en las islas queda inmediatamente eclipsada por los actos delictivos que algunos de estos inmigrantes protagonizan. Las voces menos críticas hablan de que los que delinquen son una minoría, y eso es absolutamente cierto, el problema es que la minoría de 2.698, que son los inmigrantes ilegales llegados a Canarias en 2019, no es la minoría de 23.023, que son los que llegaron en 2020. Son exactamente el 756,8% más de inmigrantes ilegales. Y eso es demasiado para cualquier población por rica y próspera que sea, y Gran Canaria no está pasando ahora mismo por su mejor momento que digamos con la desaparición de su mayor activo por culpa del Covid: el turismo.
Así que todo este coctel desemboca en hechos tan lamentables como el acaecido este fin de semana en el que un grupo de vecinos del sur de la isla protagonizaron un intento de linchamiento que acabó con un inmigrante ilegal magullado por los golpes. De un día para otro y dependiendo de las llegadas ilegales de embarcaciones campamentos como Barranco Seco pasan de estar ocupados por 59 personas a estar saturados con 375 solo 24 horas después. El sábado 23 fue un día “movido” en el municipio de Mogán. En boca de uno de los policías que prestó servicio hubo “carreras y problemas después de que un grupo de inmigrantes causaran molestias en un supermercado. Los ánimos de los vecinos están al límite y la consecuencia más preocupante es la mal llamada ‘justicia local’”. Y acto seguido este periodista recibió la imagen del inmigrante magullado.
Pero habrá más y tal vez en cuestión de horas, porque mientras el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, solo envía a unidades para el control de posibles disturbios a la zona, nadie resuelve el problema de fondo: algunos canarios no pueden más. Ya ha habido algún detenido por suboir a las redes sociales vídeos con amenazas expresas e indiscriminadas al primer inmigrante ilegal que se cruzan por la calle. Ya ha habido pedradas entre grupos de ‘MENAS’ y vecinos de un barrio grancanario tradicionalmente conflictivo. Pero llega más. Este periódico ha tenido conocimiento de una quedada a través de redes sociales para el próximo día 27. Durante el fin de semana una bronca entre inmigrantes ilegales y vecinos de la zona de las Rehoyas acabó a puñaladas. Hay un llamamiento para ajustar cuentas el miércoles. La Policía está al tanto de todo y esa es de las pocas buenas noticias, que al menos lo saben y harán lo que puedan por evitar males mayores.