Vargas Llosa pide a los diputados que se muevan dentro de la «legalidad y las buenas maneras»
Mario Vargas Llosa ha impartido un conferencia en la jornada ‘The Future of Ageing’ y en ella, además de hablar de literatura, ha hablado también de política, campo en el que posee experiencia. El escritor ha pedido a los parlamentarios españoles que funcionen «dentro de la Constitución, dentro de la legalidad y dentro de las buenas maneras». No obstante, cree el Nobel que la división reflejada en el Congreso de los Diputados, donde ninguna formación posee mayoría absoluta, es sólo un reflejo de la división que actualmente existe en la sociedad española.
El peruano se ha expresado así sólo un día más tarde de la conformación de las Cortes Generales, tanto el Senado como el Congreso, de cara a la XIII Legislatura. Una jornada en ambas Cámaras que estuvo marcada por los juramentos desleales de los senadores y diputados procesados por el 1-O cuando fueron llamados a acatar la Constitución. En lugar de acatar la Carta Magna, los separatistas alegaron jurar por la república «catalana» o «el mandato del 1-O». Un rifirrafe que levantó las críticas de algunos parlamentarios, aunque el que más levantó la voz fue Albert Rivera, líder de Ciudadanos, pidiendo a Meritxell Batet que frenase los citados juramentos al estar saltándose el reglamento del Congreso.
Así se ha referido Premio Nobel de Literatura tras su intervención en un acto organizado por primera vez en Europa y en España por la Fundación Nobel y que ha tenido lugar en el auditorio de la Fundación Ramón Areces de Madrid, con el debate ‘Envejecimiento y cultura’ junto al poeta Luis Alberto de Cuenca. Durante el debate, Vargas Llosa ha asegurado que la literatura «trata mal a los viejos» y ha señalado que ésta crea personajes ancianos «que sobran y son secundarios y ridículos».
Asimismo, ha afirmado que el error de los ancianos es «tratar de vivir como los jóvenes» y ha abogado por «aprovechar hasta el último minuto de la vida en cada estación». Ambos escritores han coincidido en que quien se inicia en el mundo de la literatura lo hace queriendo ser poeta porque «es la expresión máxima del lenguaje literario». En este sentido, Vargas-Llosa ha afirmado que, a su juicio, en todo novelista hay un poeta frustrado.
Asimismo, ha asegurado que es difícil establecer una norma para la creatividad y ha apuntado que hay escritores que mejoran siendo mayores y otros que pierden con el paso de los años. «La flor de la edad no existe en el campo artístico», ha comentado.
Por su parte, De Cuenca ha tachado de «tópico» el hecho de que se considere la poesía un género único de la juventud, así como que se asocie la novela con la vejez. En todo caso, Vargas Llosa ha indicado que no ha sentido un «empobrecimiento intelectual» con el paso de los años, sino que «mantiene la misma ilusión e inseguridad» que cuando empezó a escribir sus primeros cuentos. «Los días me han dado más tiempo para escribir y leer y eso es una gran felicidad», ha apostillado.
De Cuenca, en cambio, ha señalado que el paso del tiempo es importante en poesía porque «es más íntima y en ella el poeta se describe constantemente a sí mismo», un hecho que, según ha afirmado, «puede llegar a agotar». Asimismo, el ex secretario de Estado ha indicado que existen varias causas para aceptar la vejez, entre las que ha destacado la fuerza de los ancianos para hacer determinadas cosas, la experiencia para «asumir viajes desde una perspectiva diferente», así como la esperanza «para los que creen» en que haya algo tras la muerte.