Urkullu exige un poder judicial vasco para «aplicar normas propias» al margen del Constitucional
El País Vasco quiere más. El lehendakari, Íñigo Urkullu, ha pedido un poder judicial propio para «interpretar y aplicar las normas propias», al margen del Tribunal Constitucional. En su opinión, al cumplirse los 43 años del Estatuto de Autonomía, ha llegado el momento de «actualizar y profundizar» en el autogobierno vasco para que incluya aspectos que «ni existían ni se imaginaron».
Urkullu ha participado este lunes en Bilbao en la jornada ‘Euskal Autogobernua, orain eta bihar’, un foro en el que también han intervenido profesores universitarios del ámbito del Derecho y la Historia y que será clausurado por Olatz Garamendi, consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, cuyo Departamento ha organizado la jornada.
El dirigente del PNV ha señalado que el autogobierno concita un «consenso generalizado» en el País Vasco y se ha convertido en «punto de encuentro de una parte mayoritaria de la sociedad en tanto que refleja una manera de preservar la identidad, avanzar en el bienestar y la convivencia, y construir una comunidad política diferenciada y singular».
Este martes se cumplen 43 años del Estatuto vasco. Urkullu ha señalado que desde entonces «hemos avanzado, pero podíamos y debíamos haber avanzado más» y que «nuestro Estatuto sigue sin cumplirse». «Continúa cercenada nuestra capacidad de diseñar políticas propias», ha apostillado.
«Jueces propios»
El lehendakari vasco ha remarcado, según Europa Press, que hay «competencias propias que viven pendientes de que una ley o, incluso un reglamento que el Estado, unilateralmente, declare de carácter básico, pueda convertirlas en inconstitucionales». «Esto puede ocurrir a pesar de que, en teoría, esas materias se encuentran reservadas, según el marco estatutario, a la Comunidad Autónoma de Euskadi. Con el agravante, además, de que Euskadi no tiene, en este caso, derecho a la tutela judicial efectiva», ha indicado.
«No podemos recurrir a un tribunal, ni siquiera al Tribunal Constitucional, y pedir que el Estatuto se cumpla, de una vez por todas, no podemos hacerlo porque el Tribunal Constitucional ya ha rechazado esta vía», ha señalado.
Íñigo Urkullu una incidido en la necesidad de «acometer la actualización del pacto estatutario» y de hacerlo «a través del pacto, la participación y una interpretación abierta e integradora de los Derechos Históricos de Euskadi», todo ello construido sobre dos premisas: «Un régimen bilateral de garantías y la territorialización del poder judicial».
Por ello, ha pedido un «poder judicial propio en País Vasco que estaría basado en uno de los Derechos Históricos considerados como de mayor relevancia: el derecho inalienable a ser juzgado sólo por nuestros propios jueces». «No podemos menospreciar la trascendencia de contar con un poder judicial propio para interpretar y aplicar las normas propias», ha añadido.
Demandas a Sánchez
El presidente autonómico vasco ha recordado que pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, las «transferencias pendientes» y una «prueba de confianza» en su última reunión que debía de concretarse en tres cuestiones: «Culminar de forma inmediata la negociación de la transferencia de ferrocarriles; la apertura inmediata de los grupos de trabajo bilaterales para negociar las propuestas de traspaso remitidas por el Gobierno Vasco; y la convocatoria de una Comisión Permanente, entre los dos Gobiernos, para trabajar y establecer las formas y fundamentos conforme a los que se deberán ajustar el resto de competencias pendientes, de conformidad con el calendario remitido por el Gobierno español».
Urkullu ha asegurado que, hasta la fecha, «ninguna de estas tres demandas se ha cumplido, sólo una de ellas está en vía de negociación, y no he recibido una respuesta institucional formal por parte del presidente español». «Este es el contexto en el que nos encontramos, al que debemos añadir, además, la incesante y rápida capacidad de cambio de la sociedad actual. Nos vemos irremediablemente abocados a elaborar un nuevo planteamiento para una nueva generación», ha indicado.